Cómo podía imaginarme yo que la nueva -y nominadísima- película de Fernando Trueba iba a ser tan rematadamente lenta, plomiza y cansina: El artista y la modelo plantea muchas cosas pero casi no habla de ninguna, y nos hace añorar al brillante firmante de La niña de tus ojos (1998). Poco que rascar en una cinta intrascendente y fría… [leer crítica]