En 1962, el realizador francés Chris Marker realizó una obra fílmica atípica, experimental y ciertamente angustiosa: La Jetée es una pesadilla monocroma, en off y realizada íntegramente con fotografías en la que el protagonista duda entre presente, futuro y pasado, entre la lucidez y la locura, atrapado en un cíclico e inevitable destino trágico.
Nuestro Corto de la Semana inspiraría años después la obra maestra de Terry Gilliam Doce monos (1995) que protagonizarían Bruce Willis y Brad Pitt.