Quizá esté pecando de optimista, pero creo sinceramente que motivos hay para ello: si hasta hace unos años apenas éramos unos pocos outsiders los que nos dedicábamos con más corazón que cabeza a la difícil –y no siempre comprendida- tarea de contar historias con una cámara, la heterogeneidad de nombres y propuestas que pudieron verse este fin de semana en los diferentes actos que compusieron la celebración de ‘El Día Más Corto’ [ED+C] en Guadalajara nos demuestra que el corto alcarreño goza actualmente de muy buena salud, y que da cabida a todo tipo de formatos y géneros.

Suspense, drama, comedia, acción, animación, cine social… para todos los gustos tuvo esta undécima edición consecutiva de la ya tradicional Muestra Alcarreña de Cortometrajes, que, tras la controversia del pasado año –con ese sistema de votación popular que no a todos nos convenció- , volvió a su estructura no competitiva, festiva, pero sin dejar de lado la crítica y las reivindicaciones: como muestra, esos brevísimos sketches que, a modo de cortinillas entre corto y corto, nos mostraban a toda una suerte de diferentes personajes dándose de bruces contra un Teatro Moderno que, año y medio después, sigue cerrado a cal y canto por la sinrazón de nuestros gobernantes. Por cierto, que no vi a ningún representante de la administración municipal ni provincial en el patio de butacas: nueva muestra del nulo interés que se tiene por parte de nuestros representantes políticos hacia el asociacionismo y la cultura de base de la que ya querrían presumir otras ciudades.
Como sabéis, nunca he querido valorar los cortometrajes que se presentan en la MAC, ya que siempre he considerado que, dado que no se trata de un concurso, todos los trabajos que se presentan ante el público merecen mi respeto y consideración. Por supuesto que entre los diez trabajos que pudimos ver el sábado por la noche tengo mis favoritos, pero por cuestiones meramente subjetivas –simple cuestión de gustos- que, en todo caso, sólo comentaría off the record. Además, este año yo mismo presentaba trabajo, codirigido por mi partenaire Mariam Useros Barrero y bajo la producción de Baidefeis; sería poco deportivo por mi parte aplaudir o criticar públicamente a otros compañeros cuando yo mismo tendría que pasar por ese mismo veredicto. Simplemente, reiteraré mi satisfacción de reencontrarme con viejos amigos a los que hacía tiempo que no veía y de haber podido conocer a otros nuevos que se lanzaban por primera vez a participar de esta particular pequeña gran fiesta del cine alcarreño.
Por último, aplaudir la ingente labor de los organizadores, que nos regalaron una velada divertida, ágil y muy simpática; un evento que, como tantas y tantas otras actividades culturales que se vienen realizando, fue posible gracias al empeño, esfuerzo, trabajo y tenacidad de unos pocos que aún siguen creyendo en la cultura como algo enriquecedor y positivo para todos sin esperar nada a cambio. Desde aquí, mi ovación y mi agradecimiento.
Hasta pronto.