Aunque no conecté demasiado con Radio encubierta (2009), su anterior película como director, su excelente ópera prima Love Actually (2003) y sus estupendos guiones para Cuatro bodas y un funeral (Mike Newell, 1994) o Notting Hill (Roger Michell, 1999) son suficiente bagaje como para no dejar de echarle un vistazo al nuevo trabajo de Richard Curtis.
Y Una cuestión de tiempo no solo no decepciona, sino que se rebela como una de las comedias románticas más interesantes, maduras y deliciosas que nos hayamos topado en los últimos años, y que ya está disponible en formato doméstico… [leer crítica]