Hacía bastante tiempo que no me reencontraba con la que, seguramente, fue mi aproximación favorita a la figura de Sherlock Holmes cuando yo era un crío: y es que El secreto de la pirámide (Barry Levinson, 1985) tenía amistad, aventuras, romanticismo, misterio y cierto exotismo, no lo vamos a negar.
Hoy es posible que le encontremos bastantes puntos flacos al guion que en su día escribiera Chris Columbus para esta producción de Steven Spielberg, pero, por fortuna, la cinta sigue conservando ese espíritu jovial que hoy día ha perdido el muy impostado cine para adolescentes… [leer más]