Ni las descafeinadas precuelas de Star Wars, ni la marciana cuarta entrega de Indiana Jones, ni siquiera el polémico final de la televisiva Perdidos: ninguna me ha desilusionado tanto tantísimo como la última, anhelada, esperadísima X-Men: Días del futuro pasado (Bryan Singer, 2014).
Y es que nada funciona como debiera en este incomprensible e inesperado despropósito, que más que atar cabos se pasa la continuidad con el resto de la serie por el arco del triunfo, plantea tramas inverosímiles y se queda en un mero fuego de artificio que entretiene, pero no divierte… [leer crítica]
Será que la vimos con diferentes ojos… jajaja ya la revisionaré! nunca se sabe! He de decir que la vi en exámenes ajaja