El primer trabajo cinematográfico de Álex de la Iglesia, realizado en 1991, ya mostraba las filias y fobias del director vasco: un sentido del humor negro y algo perverso, personajes algo extremos y explícitos guiños a iconos de infancia y juventud.
Pero si hay una verdadera razón por la que Mirindas asesinas es el ‘Corto de la Semana’ es, ciertamente, como homenaje a un grandísimo intérprete, que fue actor fetiche de De la Iglesia –Acción mutante (1993); El Día de la Bestia (1995); Muertos de risa (1999)- y a quien vimos en algunos de los mejores títulos que ha dado el cine español en las últimas dos décadas.
Descanse en paz, Álex Angulo.