A partir de un planteamiento sencillo e incluso algo tópico, el debutante James Ward Byrkit construlle en Coherence (2013) un apasionante, hipnótico, desconcertante y claustrofóbico thriller, con referencias que van desde el Kasdan de Reencuentro (1983) para subvertirlas en ingredientes de una pesadilla buñueliana –El ángel exterminador (1963)- ; una rara avis construida a diferentes niveles -¿o dimensiones?- a modo de muñeca rusa que llega ahora a las pantallas españolas y que se convertirá, si no lo ha hecho ya, en indiscutible obra de culto… [leer crítica en Cultura En Guada]