
Se nos ha ido Vicente Aranda, probablemente uno de los últimos directores clásicos del cine español.
Tuve ocasión de conocerle y entrevistarle en las dos ocasiones que fue miembro del jurado del FESCIGU, y, aunque nunca fui un gran fan de sus películas, me agradó su trato afable y sencillo, el de un tipo del que se podían aprender muchísimas cosas sobre el cine y sobre la vida.
Descanse en paz, maestro.