Tras cosechar multitud de premios nacionales e internacionales con Contracuerpo (2005) y sobre todo Alumbramiento (2007), Eduardo Chapero-Jackson dirigió este contundente cortometraje futurista con aires de western postapocalíptico, rodado en el muy cinematográfico desierto de Tabernas (Almería), en el que seguimos los pasos de una familia de tres miembros que intenta sobrevivir en una Tierra sin ley devastada por la sequía.
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