Hasta la llegada de Billy Wilder y El crepúsculo de los dioses, Hollywood nunca había tenido que hacer frente a sus propios fantasmas del pasado. O al menos, no de manera tan descarnada. Todo eso cambió el 10 de agosto de 1950, cuando, tras varios pases de prueba y algún que otro cambio en el montaje, llegaba a las salas esta película mordaz, satírica, entrañable y melancólica; un relato de humor negro y palpitante cinismo que cumple ahora sesenta y cinco años como un indiscutible clásico del Séptimo Arte y cuyo aniversario conmemoramos con este reportaje especial en eCartelera.com.