Mucho antes de darse a conocer como el hombre que resucitó a los cómics en la gran pantalla, Bryan Singer era un joven y prometedor director que había llamado la atención en el festival de Sundance con su ópera prima, Public Access (1993). Para su siguiente película, pergeñó junto con su amigo, compañero y guionista Christopher McQuarrie uno de los relatos detectivescos más apasionantes, sorprendentes e imprevisibles, Sospechosos habituales, un film que cumple ahora veinte años y que conmemoramos con este especial escrito para eCartelera.com en el que recordamos algunas de las claves (sin destripar pistas, por si acaso todavía hay alguien que aún no ha visto) de esta película imprescindible.