Falto de carácter

Sinceramente: ni Alejandro Amenábar era un genio indiscutible cuando todos le aplaudían su primeras -y, por otro lado, magníficas- películas ni ahora es un pufo de cuidado. Y Regresión (2015), su última obra, objetivamente no tiene un solo fallo desde el punto de vista formal. Entonces, ¿qué es lo que no encaja? Pues que su excesiva frialdad y su evidente pragmatismo no deja lugar a todo aquello que hace orgánico al cine: pasión, audacia, chispa, inspiración… llamadlo equis. [leer crítica en Cultura En Guada]

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: