En los tiempos actuales, raro es el cortometraje español que no trate temas como la precariedad laboral, la incomunicación, la falta de sensibilidad hacia las dificultades de nuestros semejantes o el dominio que ejercen quienes tienen el poder sobre los que se encuentran uno o varios escalones por debajo en la escala social.
Absolutamente personal, de Julián Merino, es un corto del año 2014 que reune todas y cada una de las características enumeradas, y que nos deja a los postres una perversa pero interesante reflexión: ¿quién es peor, el que ejerce la violencia física cuando la presión le hace estallar o el que lo hace de manera psicológicamente calculara? Fernando Guillén-Cuervo y Athenea Mata son los protagonistas.