Cuando el sonoro llegó al cine, Chaplin dijo un día que Charlot nunca hablaría, porque no tenía nada que decir con la palabra y el personaje perdería su propia naturaleza. Pero los terribles acontecimientos que se venían sucediendo en el Viejo Continente ante la pasividad de países como Estados Unidos hizo que Chaplin cambiara, o al menos matizara su idea: no es Charlot el que protagoniza esta película, aunque en parte no deje de serlo.
Setenta y cinco años contemplan a El gran dictador, película a la que rindo homenaje con este especial que he elaborado para eCartelera.com.