La eficacia y excelente taquilla de ‘The Purge: La noche de las bestias’ (2013) propició una rápida secuela -firmada también por James DeMonaco– que, contra pronóstico, potenciaba y mejoraba lo apuntado en la primera cinta. Sin ‘Anarchy: La noche de las bestias‘ era un complemento perfecto para un interesante díptico distópico y subersivo, esta tercera entrega se queda demasiado pronto sin argumentos, repitiendo una fórmula ya conocida y con un macguiffin que no engancha.
Podéis leer mi crítica de ‘Election: La noche de las bestias’ en Cultura En Guada.