
Siempre produce cierta inquietud manejar a grupos numerosos de niños; este año, las preinscripciones a todas y cada una de las proyecciones de Infancine y Juvencine superan el medio millar de pequeños y jóvenes espectadores por sesión. Sin embargo, en esta primera oleada en el #FESCIGU2016, he podido vivir uno de los momentos más bonitos y emocionantes de cuantos he experimentado en todos estos años en la organización del Festival: cuando los adolescentes de Juvencine, de manera espontánea, han recibido con un caluroso aplauso a los chicos de la escuela de educación especial ‘Nuestra Señora de la Salud’. Maravilloso.
La tarde ha sido una concatenación de grandes momentos y situaciones rocambolescas. En cuanto a lo primero, ha sido increíble conocer a Axier Salazar, director del corto que abría la terna de la Sección Oficial: todo sonrisas, agradecimientos y abrazos por doquier. No quiero desmerecer a ningún otro invitado, pero confieso que con Axier he conectado estupendamente. Además, nos ha regalado un apelativo que rápidamente hemos adoptado encantados dentro del equipo: fescigularis. Le deseo mucha suerte con su corto casi perfecto -ver en análisis- . En el otro extremo de la balanza, algunas prima donnas también se han paseado por el hall del Buero, pero tampoco quiero darles un protagonismo que, a mi modo de ver, no se merecen… aunque lo busquen.
Esto de ser multitarea empieza a pasarme factura física y psicológica. En la jornada del miércoles he grabado entrevistas, atendido invitados, presentado dos de las tres secciones y, lo que es peor, creo que mi Nikon y mi Tascam empiezan a sufrir también ciertos achaques. Tengo que hacer una revisión completa del equipo DSLR, pero apenas me tengo en pie… ¿Sobreviviré hasta la noche del sábado? Lo sabremos en próximos capítulos…
Análisis de los cortos de la Sección Oficial (J.2):
‘DANTZARIAK’ / ‘BAILARINES’, de Axier Salazar.
Para mí, este podría haber sido el mejor corto de este FESCIGU: es audaz y valiente tanto en el planteamiento–el terrorismo etarra y sus consecuencias más íntimas; los encuentros entre asesinos arrepentidos y familiares de víctimas- como en el tratamiento audiovisual –esas “falsas entrevistas”- ; muestra todo un abanico de argumentaciones que son reflejo de las diferentes opiniones de nuestra sociedad ante este tema, aún muy cercano en el tiempo; y los actores están sencillamente increíbles. Pero, ¡ay!, si juegas a las cartas del diálogo y la reconciliación, ese “sin olvido pero también sin odio” que cierra la película, ¿por qué sugerir, en un momento determinado, una posible venganza que sabemos que no llegará? La naturaleza del personaje de Mabel Rivera impide que nos creamos dicha salida de tangente, y resulta del todo inverosímil que alguien pueda colar un arma en un centro penitenciario. Ese plano, ese maldito plano de la pistola me desconecta y me desconcierta, aunque ‘Bailarines’ tiene muchas posibilidades de llevarse premio en este Festival –es fácil que jurados y espectadores empaticen con los personajes y sus conflictos- . Es un corto casi perfecto; en este caso, menos habría sido más. [ver entrevista con Axier Salazar]
‘DOWN BY LOVE’ / ‘POR AMOR’, de José Corral.
Quizá este sea uno de los cortos más sorprendentes que hayan pasado no solo por la Sección Oficial de este año, sino por todo el certamen en sus catorce años de historia: una pieza de animación –que no de dibujos animados- realizada con una elaborada técnica que combina el frame-a-frame tradicional con el render de animación. Que nadie piense que es una obra infantil, todo lo contrario: hiperviolenta, despiadada y, sobre todo, con un montaje que obliga al espectador a mantener una atención máxima durante sus casi quince minutos de duración. El tema encaja a la perfección en este FESCIGU –la obra, en realidad, trata sobre la esclavitud sexual y la trata de blancas enmarcada en la sociedad actual- , pero se resuelve como una especie de cruce entre ‘Romeo y Julieta’ shakesperiano con la esencia de aquel inolvidable ‘Miente’ de Isabel de Ocampo. Esto no es malo, ni mucho menos; pero desconcierta notablemente que los personajes hablen en inglés cuando la historia se desarrolla en España -¿por qué no un doblaje en castellano para la distribución nacional?- y, sobre todo, que el frenético y rompedor montaje parezca más un habilidoso truco de prestidigitador del Avid que una necesidad narrativa per se. Dicho de otro modo: me resultó gratuitamente farragoso. Lástima, los mimbres eran estupendos.
‘BORDER’ / ‘FRONTERA’, de Paolo Zucca.
Un corto de 47 segundos, sin diálogos ni música –solo sonido ambiente- y que se resuelve como un contundente bofetón en nuestra conciencia. Sí, es muy efectivo, pero como ya me pasara hace unos años con ‘Nana’, de José Javier Rodríguez Melcón, –Primer Premio del FESCIGU 2005 y Goya a Mejor Corto de Ficción de aquel mismo año- , vuelvo a hacerme las mismas preguntas: ¿esto es un corto o un spot? ¿Por qué está aquí y no en Requetecortos, donde probablemente hubiera tenido más posibilidades de premio? Juzgad vosotros mismos, pero si pestañeas, te lo pierdes. Y no lo digo como halago.
‘ZERO’, de David Victori.
Resulta curioso que en un mismo FESCIGU hayan coincidido dos cortos con puntos de partida tan similares como ‘Engordando de forma saludable’ -visto en la primera jornada del certamen- , y este ‘Zero’ del español David Victori, aunque filmado en Los Angeles y bajo producción de Michael Fassbender y Ridley Scott. No se puede negar que la puesta en escena y los efectos especiales son espectaculares, y que los actores –especialmente el jovencísimo Felix Avitia– hacen un gran trabajo, pero la estructura por episodios –recordemos que este proyecto nació como webserie de cuatro entregas- rompe en cierto modo el ritmo y que, aunque el planteamiento resulta de lo más sugerente para un largometraje, no se termina de redondear en una trama de veinticinco minutos. Con menos parafernalia –aunque también con un metraje demasiado estirado- , encuentro que la pieza de Kevork Aslanyan es un trabajo mucho más compacto.
‘SANS CHIEN’ / ‘SIN PERRO’, de David Kremer.
Empieza a ser demasiado habitual –y es algo que me preocupa- la presencia de cortometrajes con notables niveles de producción, dirección e interpretación pero cuyos guiones se quedan en lo anecdótico en vez de profundizar en los temas a tratar. Y no es una cuestión de tiempo: en los cerca de veinte minutos que dura ‘Sin perro’, perfectamente se podría mostrar una situación y darle un par de vueltas, pero el francés David Kremer divaga en su planteamiento y, a partir de un suceso algo escabroso –el atropello mortal de un pobre perro doméstico- , dibuja retazos de mentiras, inseguridades y dudosa moralidad. Un relato, a mi parecer, sin demasiados fundamentos de base y excesivamente estirado, al que seguramente le salve la prodigiosa interpretación del jovencísimo Leo Lorleac’h.
‘MARIAMA’, de Mabel Lozano.
¿Cómo hablar y concienciar a la audiencia sobre un tema tan crudo –y, cultural y socialmente, tan alejado de nosotros- como es la mutilación genital femenina que se practica a las niñas en algunos países africanos? La actriz toledana Mabel Lozano, que ya había dirigido otros cortos como ‘Escúchame’ (2010), ‘Y todavía hay tiempo para verbenas’ (2011) o ‘Loveth’ (2016), lo consigue gracias al excelente juego de contrastes con el que se construye ‘Mariama’: el durísimo testimonio en primera persona del anónimo protagonista se ilustra con amables dibujos de trazo infantil, y aunque todo el relato es de una crudeza que corta la respiración, nunca hay palabras de odio, resentimiento o venganza, y reconforta el poso que deja esta película, en la que, a pesar de las terribles tradiciones que describe, hay un leve y esperanzador rayo de esperanza al final del túnel. A mí, me ha removido y emocionado, algo que, por el momento, ningún otro corto de la Sección Oficial -salvo ‘Dantzariak’- ha conseguido. [ver entrevista con Mabel Lozano]