A decir verdad, no pensaba yo publicar nada estos días, que tan liado ando con los preparativos del 4661 Film Fest. Y mucho menos a detenerme a rememorar el 11S -todos recordamos dónde estábamos y qué hacíamos cuando los aviones embistieron el World Trade Center, ¿verdad?- .
Pero entre informativos antiguos, milles (¿millones?) de vídeos conspiranoicos -algunos con teorías mejor argumentadas; otros, la mayoría, auténticas marcianadas de gente que no sabe ni lo que dice- y algunos estudios físicos sobre el colapso de las torres, me he encontrado con este cortometraje de animación firmado por un tal Mel Chin que, con trazo certero y a través de un relato bicéfalo en dos tiempos, hila dos acontecimientos históricos aparentemente tangenciales en lo general pero directamente conectados en lo particular y que comparten fecha aunque diferente año: el golpe de estado en Chile de 1973 y los atentados de Manhattan de 2001.
Os recomiento verlo con mente abierta y espíritu crítico, pero, sobre todo, que apreciéis la complejidad de un relato -a veces algo truculento, cierto- que de tan plausible resulta estremecedor hasta el escalofrío.
Isra Calzado López 