2018: Claqueta final

Foto © Mariam Useros Barrero (Mausba Foto)

Hace casi ocho meses que no escribo nada en este blog. No sé si sentirme culpable o perplejo, ya que si bien nada ni nadie me obliga a dedicar X horas a la semana a poner en negro sobre blanco cuanto se me cruza por la cabeza, lo cierto y verdad es que ya va tocando abrir puertas y ventanas y entrar con un plumero entre los dientes para desempolvar este pequeño rinconcito virtual algo abandonado.

Es final de año, y echar la vista a los 365 últimos días es una excusa tan buena como cualquier otra para retomar el hilo. Porque si algo ha tenido para mí este 2018 es que ha sido un año de no parar, lleno de altibajos profesionales y emocionales, con grandes alegrías e imprevistas decepciones. Con gente maravillosa con la que he tenido oportunidad de trabajar y divertirme, y con otros que, a las primeras de cambio, no han dudado en disparar fuego amigo -ya sabéis, «da igual cuántos favores hagas, siempre te juzgarán por el último que no hiciste»-. Con momentos inolvidables y otros que, al contrario de lo que decía Rutger Hauer, no se perderán en el tiempo como lágrimas en la lluvia… aunque lo deseara.

Creo que a nadie se le escapa que mi mayor alegría y satisfacción ha sido volver a sentarme en la silla de director -esto es un eufemismo, raramente tomaba asiento ni para comer- para levantar, con decenas de manos a mi lado, un proyecto cinematográfico pequeño pero creo que bien trabajado y cuidado, que quiere poner el foco en una de las mayores lacras de la sociedad del s.XXI: el tráfico de personas, mujeres principalmente, para su explotación sexual. No seré yo quien evalúe o aplauda las posibles cualidades de ‘A Plena Luz Del Día’, más bien al contrario, me es más fácil encontrarle los fallos. Pero si queréis saber mi más sincera opinión, podéis leer aquí el artículo que escribí poco después del rodaje y que se publicó en el boletín de otoño de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara.

Huelga decir que un proyecto así es imposible sacarlo en solitario, que han sido muchísimas las personas que lo han hecho posible, pero en un 2018 donde las mujeres han sido las protagonistas -por desgracia, no siempre para buenas noticias-, me vais a permitir que dedique tres palabras a quienes han sido mi brújula en esta aventura: Pilar Sancho, mi socia y compañera con quien comparto el 50% de las alegrías, nervios, preocupaciones, éxitos e insomnios en Mitad & Mitad Producciones; Nuria Nadim, actriz protagonista, musa y corazón de esta película; y Mariam Useros, por todo… y por todo.

El primer año de Yebernalia y el segundo de FESCIMED me han dado tantas satisfacciones como cosas para pensar y reflexionar. También mi colaboración activa en algunas de las muchas asociaciones de las que soy miembro; me encanta participar y echar un cable en todo lo que pueda, sobre todo cuando hablamos de poner en marcha actividades culturales casi siempre denostadas por aquellos y, a la vez, tan necesarias para combatir el embrutecimiento social que padecemos en estos días inciertos, que dirían los Celtas Cortos. Pero ya paso de los cuarenta palos, y la vida y el trabajo me ocupan casi más horas de las que tiene el día. Me apena, pero sé que hay barcos de los que, en breve, tendré que bajarme.

¿Qué marinero me está saliendo este post, no?

Tantos dimes y diretes me han impedido ver más teatro y más cine del que he sido capaz en estos últimos doce meses. Así que este año me ahorraré -mejor dicho, os ahorraré- el suplicio de aguantar diversos top-10 de obras, series, largos y cortometrajes tan subjetivos como discutibles. Pero por daros algunos esbozos -para los que estéis tan enfermos como yo o simplemente os pique una cierta curiosidad-, ahí va un resumen resumido:

Cine (largometrajes): Mucho, muchísimo se me ha quedado pendiente de ver este año. Pero a falta de ponerme al día, diré que, entre lo más destacado, no podría dejar fuera ‘Carmen y Lola’, ‘Los archivos del Pentágono’, ‘Tres anuncios en las afueras’, ‘Loving Vincent’, ‘Todos lo saben’ o ‘Ready Player One’. Y, entre las decepciones más inesperadas: ‘La forma del agua’, ‘Jurassic World: El reino caído’, ‘The Florida Project’, ‘Han Solo: Una historia de Star Wars’ (aunque ésta se veía venir), ‘Animales Fantásticos: Los crímenes de Grindelwald’ (no sé cómo siguen estirando una trama que no tiene absolutamente nada) y, sí, la muy aplaudida ‘Roma’. No me extenderé aquí en razones, quienes me seguís por redes sociales ya conocéis mis argumentos.

Cine (cortometrajes): Por contra, las mejores obras cinematográficas del año, de sobresaliente o casi, me las he encontrado en formato corto. Quizá no todas sean de 2018, pero sí ha sido en este año cuando las he descubierto, así que allá van: ‘Cerdita’, ‘Le vivre ensemble’, ‘Madre’, ‘Caronte’, ‘The Mauritania railway: Backbone of the Sahara’, ‘La pureza’, ‘Eusebio80’ y ‘2001 destellos en la oscuridad’.

Teatro: Me quedé sin repetir en ‘Las crónicas de Peter Sanchidrián’ -cuya secuela llegará al Pavón Kamikaze de Madrid en 2019-, pero por contra descubrí cosas increíbles en el 22º Festival de Teatro Alternativo FETAL de Urones de Castroponce (Valladolid), donde apenas estuve dos días pero vi tres propuestas maravillosas: ‘Maldito otoño’, ‘Fauno. Lo bello y lo monstruoso’ y ‘Labranza trío’ -por cierto, si algún año acudís a esta maravillosa cita, sacad también un rato para visitar Urueña, un municipio con un casco histórico amurallado maravilloso que, además, tiene más librerías que bares. ¡Bravo!-. ‘Billy Elliot’, ‘Lehman Trilogy’ y la sorprendente y arriesgada ‘Un enemigo del pueblo (Ágora)’ han sido los montajes más espectaculares, y no quiero dejar de mencionar esa maravillosa fantasía llamada ‘El libro andante’ de la joven compañía Maní-Obras Teatro.

TV: ‘Fariña’ es caviar catódico -impecable en todo-, me he reído mucho con ‘Cuerpo de élite’ -y eso que el original cinematográfico era infumable-, ‘The Good Fight’ se ha cerrado como digna sucesora -pero un peldaño por debajo- de la apasionante ‘The Good Wife’, ‘Estoy vivo’ ha girado hacia zonas tenebrosas imprevisibles -aunque el cierre de la segunda temporada no me convenció- y ‘La maravillosa Sra. Maisel’ es un curioso descubrimiento. En el otro lado de la balanza, ‘Westworld’, ‘Traición’, ‘Las chicas del cable’ y ‘La otra mirada’ creo que han ido de más a menos. A ver cómo se cierra la esperada final season de ‘GoT’, aunque más miedo me da la recién anunciada cuarta temporada de ‘El Ministerio del Tiempo’ -la tercera flojeó, y mucho- o cómo afrontarán los hermanos Duffer el natural crecimiento de los protas de ‘Stranger Things’ tras la T2

nuremberg
En Núremberg.

Seguro que me dejo mucho de qué hablar sobre festivales, literatura, fotografía, viajes y otros hitos… pero para haber estado casi 250 días sin pasarme por aquí, creo que ya está bien, ¿no?

2018 se va dejándome un sabor agridulce. Espero que 2019 traiga más alegrías que decepciones.

Feliz Año Nuevo.

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