‘Akelarre’, la película que necesitábamos y no lo sabíamos

Tuvo un estreno discreto -tras el verano de la pandemia, cuando la reapertura de cines y teatros se hacía con aforos limitados o directamente no se hacía-, se colocó, para sorpresa de muchos, entre las favoritas a los Premios de la Academia 2021 -con el récord de nominaciones de esta 35ª edición, nueve-, fue la cinta más premiada en la ceremonia de los goyas virtuales con cinco cabezones en su palmarés, y ahora, tras su lanzamiento internacional en Netflix -ya estaba disponible en otras dos plataformas* desde febrero, pero solo en España-, se ha convertido en la tercera película más vista a nivel global y de la que todos hablan, comentan y alaban en las redes sociales. ¿Por qué ‘Akelarre’ se ha convertido en un fenómeno viral en todo el mundo? A mí se me ocurren estas cinco razones:

Feminismo y pedagogía. Vivimos un tiempo de crispación constante, donde la polarización de opiniones apenas deja espacio para los grises: todo ha de ser blanco o negro. Incluso el propio movimiento feminista, protagonista de una revolución silenciosa convertida ya en clamor por la igualdad en todos los rincones del mundo, no solo se ha visto atacada con acusaciones pueriles y sin fundamento por ciertos sectores reaccionarios, sino que empieza a ser discutido desde dentro de sí mismo por la pérdida de capacidad de escucha y diálogo. ‘Akelarre’, historia de unas jóvenes -casi niñas- que fueron acusadas de brujería en el País Vasco del S. XVII por una Inquisición aviesa de poder, es el relato de la dignidad frente al miedo, del empoderamiento frente al sometimiento, de la unidad frente al individualismo, de la inteligencia colectiva frente al dogma monolítico. ¿Qué mejor manera para resaltar esas virtudes que mediante un cuento siniestro y a la vez luminoso que nos revela una de tantas historias de la Historia? ¿Qué mejor vía para el feminismo que la pedagogía frente la imposición de las ideas?

Imágenes de ‘Akelarre’ © David Herranz / Avalon

Nuevos rostros. Nadie discute el talento y el buen oficio los Mario Casas, Candela Peña, Javier Bardem o Maribel Verdú de turno. Pero lo cierto y verdad es que la sobredosis de mismos rostros tanto en la pequeña como en la gran pantalla puede llegar a agotar al respetable -hasta no hace mucho, incluso se hacían chistes sobre qué película no tenía a Antonio de la Torre en el reparto-. El público agradece un soplo de aire fresco de cuando en cuando, y en ‘Akelarre’, salvo por la presencia de los ya veteranos Alex Brendemühl y Daniel Fanego, el elenco es toda una insólita novedad, arriesgada y maravillosa.

Todas a una. Amaia Aberasturi emerge como la cabecilla del grupo, reafirmada con una primera nominación al Goya. Sin embargo, este es uno de esos ejemplos en los que si existiera un galardón al Mejor Elenco, habría ganado de calle: las jóvenes protagonistas de ‘Akelarre’ –Garazi Urkola, Yune Nogueiras, Jone Laspiur, Irati Saez de Urabain y Lorea Ibarra-, fantásticas todas ellas, potencian su talento apoyándose unas con otras en una relación cómplice que se transmite a la pantalla y que les da carácter individual como intérpretes pero una fuerza descomunal como grupo, muy bien aprovechado por el director Pablo Agüero gracias a la gran labor previa de su equipo de casting. Ver a estas actrices danzar y cantar alrededor del fuego ante el pánico de sus beatos captores es uno de los momentos más inspirados de la película y una de las escenas más icónicas de nuestro cine presente.

La fuerza del euskera. Si bien es verdad que en ‘Akelarre’ el uso de este idioma está tan presente como el castellano -justificado claramente por motivos narrativos-, 2020 ha venido a confirmar la fuerza de la lengua y de las historias autóctonas del país vasco que ya se venía atisbando en los últimos años gracias a películas como ‘Loreak’ (2014) o ‘Handia’ (2017), ambas dirigidas por el tándem Jon Garaño-Aitor Arregi. ‘Ane’ (David Sañudo) -con otros cuatro premios Goya este año-, ‘Hil Kanpaiak’ (Imanol Rayo) o la televisiva ‘Patria’, creada por Aitor Gabilondo para HBO, dan buena cuenta de ello. Tampoco me olvido de ‘Baby’, el esperado regreso de Juanma Bajo Ulloa, si bien es verdad que su película sin diálogos, como casi todo su cine, se escapa de cualquier clasificación tradicional. Ulloa, no lo olvidemos, ya encabezó a aquella inolvidable generación de cineastas vascos que surgió en los noventa junto con Álex de la Iglesia, Julio Medem o Enrique Urbizu, entre otros.

Cine independiente de alto nivel. No nos engañemos: en el subconsciente del espectador medio, la palabra “independiente” aún lleva asociada cierta connotación negativa, como cutre o de baja calidad por su falta de medios. El gran éxito de los Blogos de Oro en su primera edición como premios del cine independiente español no solo ha sido el cerca de medio centenar de largometrajes presentados, sino la sobresaliente calidad técnica y cinematográfica de muchos de ellos que se ha visto recompensado luego en las grandes ligas, como la ya citada ‘Ane’, la multipremiada ‘Las niñas’ (Pilar Palomero) o la sorprendente ‘My Mexican Bretzel’ (Nuria Giménez Lorang). No quiero olvidarme de ‘Planeta 5000’ (Carlos Val), ‘Mujereando. El Quejío de una Diosa’ (Carmen Tamayo), ‘La desvida’ (Agustín Rubio Alcover), ‘Estándar’ (Fernando González Gómez) o ‘El arte de volver’ (Pedro Collantes), obras muy notables sin apenas distribución y que, como en el caso de ‘Akelarre’, bien merecen que un Netflix o un Filmin de turno apuesten por ellas.

(*Actualmente, ‘Akelarre’ se encuentra disponible en Filmin Premier, Netflix y Movistar+)

Reinventando los #BlogosDeOro: Palmarés y análisis de los premiados y nominados

El sábado 30 de enero se celebró la gala virtual de los Blogos de Oro, unos premios que si bien nacieron con el sencillo propósito de reunir en una cita tuitera anual a blogueros cinematográficos que previamente habíamos votado nuestros largos y cortos favoritos del año -además de intérpretes, guiones, scores, etc. tanto patrios como foráneos-, se han reconvertido con el noble y no menor propósito de erigirse, por derecho propio, en los premios del cine independiente español y dar así la visibilidad que se merecen a todas aquellas películas que, por diferentes razones, no suelen llegar a las salas comerciales y si lo hacen es de manera muy limitada. Así, se han eliminado todas aquellas categorías que hacían referencia a la -por otra parte muy notable- producción televisiva y el cine producido fuera de nuestras fronteras queda centralizado en una única categoría monográfica.

Más de medio centenar de largometrajes y más de doscientos cortometrajes se habían inscrito en esta convocatoria, lo que supone ser todo un éxito habida cuenta de que la repercusión mediática de los Blogos -en términos de prensa tradicional- es prácticamente nula y que nuestros medios, a día de hoy, son extremadamente limitados, sin olvidar que este es, como digo, un reset de concepto que se puso en marcha con tanta ilusión como incertidumbre. Os aseguro que, cuando se anunció, desde luego no se esperaba tal volumen de participación.

El hecho de ser una primera edición (renovada) y las circunstancias pandémicas que llevamos arrastrando desde hace casi un año han hecho completamente inviable siquiera pensar en una mínima posibilidad de hacer un sarao presencial, que es lo que a todas y todos nos hubiera gustado -muchos de los participantes, al fin y al cabo, nos venimos conociendo desde hace ya unos cuantos años… pero solo por redes- . Algo que quizá con el tiempo pueda cambiar, pero de momento seguimos con la clásica fórmula de la gala vía Twitter que, por otro lado, garantiza que seamos el único festival 100% free-Covid.

A continuación, os resumo mis impresiones sobre cada uno de los largometrajes que se llevaron premio así como del resto de finalistas. Me salto, eso sí, la ya citada categoría de Mejor Película Internacional, que particularmente dejé en blanco porque solo había visto una de las cinco nominadas, y cuyo galardón recayó en la polaca ‘Corpus Christi’ (‘Boże Ciało’), del director Jan Komasa.

LA ISLA DE LAS MENTIRAS (8 nominaciones, 3 premios): Era la favorita a priori de esta edición ya que partía con ocho nominaciones, el doble que cada una de sus más cercanas competidoras, y cumplió los pronósticos que la daban como gran vencedora de la tarde alzándose con los premios a Mejor Película, Mejor Actriz de Reparto (Victoria Teijeiro) y Mejor Actor de Reparto (Milo Taboada). Inspirada en unos hechos reales acontecidos en A Coruña hace ahora justamente cien años, es notable en todos sus aspectos, pero particularmente no me colmó las expectativas, dejándome esa sensación de que a veces no hace un todo sobresaliente. Destaca sobremanera todo el elenco femenino, que, como en ‘Akelarre’, sube muchos más puntos como conjunto que a través de sus individualidades. [Disponible en Filmin, Google Play, Apple TV y Youtube Alquiler]

LAS NIÑAS (1 nominación, 1 premio): Llamada a ser la gran revelación del cine independiente español del año -sus nueve nominaciones a los Goya y los seis a los Feroz, más numerosos premios en Almería, Málaga, San Sebastián o los Forqué así lo confirman- , paradójicamente no había calado en exceso entre quienes conformamos el Comité de los Blogos, yo el primero. No sé si es que la expectativa era muy alta -cuando llegó su inscripción ya tenía un buen número de galardones en la saca- o si yo hubiese sido una niña en un colegio de monjas a principios de los años noventa la hubiera visto con más empatía, pero es que no conecté con la historia ni con los personajes. No le puedo poner pegas a esta cinta, pero, sencillamente, no estábamos en la misma onda. Eso sí, la debutante Pilar Palomero consiguió adelantar a sus competidores en categoría y se alzó con el único premio al que optaba la cinta, Mejor Dirección, galardón que, además, tuve el honor de «entregar».

ANE (4 nominaciones, 1 premio): Para muchos, una de las “tapadas” de los próximos Goya. Para quienes venimos siguiendo la carrera de David Pérez Sañudo desde los tiempos de los cortos ‘Artificial’ (2015) y el homónimo ‘Ane’ (2018), esta ópera prima, que sorprendentemente se había quedado fuera de las finalistas a Mejor Dirección, viene a confirmar el talento y buen hacer del joven realizador bilbaíno. Todas las miradas estaban puestas en Patricia López Arnaiz, que ha pasado de ser un rostro más o menos conocido gracias a ‘La otra mirada’ (TVE, 2028-2019) o ‘Mientras dure la guerra’ (Alejandro Amenábar, 2018) a estar en todas las quinielas de los premios de la Academia. Se cumplieron los pronósticos que muchos vaticinábamos desde hace tiempo y acudirá a la cita de Málaga con un blogui bajo el brazo.

AMIGO (2 nominaciones, 1 premio): Una propuesta ambivalente que se mueve en el terreno del horror claustrofóbico con algunas pinceladas -a mi gusto, no demasiado bien trazadas- de humor negro, donde la amistad del título es más bien eufemismo de penitencia. El sobresaliente trabajo de Javier Botet, quizá más físico que puramente interpretativo, en una cinta en la que también ejerce como guionista y productor ejecutivo, fue mérito suficiente para alzarse con el premio al Mejor Actor Protagonista.

MY MEXICAN BRETZEL (2 nominaciones, 1 premio): ¿Es un documental? ¿Es ficción? ¿Es found footage? Relato (in)verosímil -las dos cosas a la vez- donde nada es lo que parece. Una propuesta difícil de clasificar, por no decir directamente imposible, pero tan absorbente e hipnótica que me pasé varios días preguntándome cómo Nuria Giménez Lorang había hecho lo que había hecho. Hasta que llegué a la conclusión de que mejor que intentar explicarlo es descubrirlo. Solo dos candidaturas y un -justo- reconocimiento a Mejor Guion, pero a mi juicio, escasa recompensa para la cinta más sorprendente del año. [Disponible en Filmin a partir del 5 de marzo]

BABY (3 nominaciones, 1 premio): Muchos nos preguntábamos qué había sido de Juanma Bajo Ulloa, aquél cineasta fascinante, talentoso y outsider que nos atrapó con ‘Alas de mariposa’ (1991) y ‘La madre muerta’ (1993) y cuyo ‘Airbarg’ había sido la película española más taquillera de 1997. Bien porque siempre fue a contracorriente en una industria fílmica tan particular como la nuestra, bien porque ni crítica ni público le aceptaron sus dos únicos largos de ficción firmados en las últimas dos décadas tras el proyecto fallido de “su” Capitán Trueno, lo cierto es que se echaba de menos el mundo fascinante y particular del vitoriano. He aquí que, sin hacer mucho ruido, regresa con una película cuanto menos diferente: una oscura pesadilla con aire de relato de los hermanos Grimm -con su bruja raptaniños y su cabaña en el bosque- armado a base de interpretaciones calladas, un cuidado trabajo de cámara y montaje y una la intensísima partitura de Bingen Mendizábal y Koldo Uriarte que adquiere un protagonismo insólito, casi como un narrador en off enteramente musical, en una película sin ni un solo diálogo. Seguramente, el premio más cantado en todas las quinielas de los Blogos junto con el de Mejor Actriz.

HOMELESS HOME (1 nominación, 1 premio): Con un largo recorrido de premios en festivales, nominado a los próximos Goya y precandidato a los Oscar, el trazo original en conceptualidad y técnica de la obra de Alberto Vázquez se hizo con el blogui a Mejor Cortometraje Estrella, superando a ‘Colada’ (Ibon Hernando), ‘Navras’ (Marco Huertas), ‘Tres veces’ (Paco Ruiz), ‘Sergi & Irina’ (Miquel Verd & Àlex Tejedor) y, la que era mi favorita, ‘Roberto’ (Carmen Córdoba González). [Disponible en Movistar +]

PLANETA 5000 (4 nominaciones, ningún premio): Con un reparto eminentemente desconocido pero sin duda sobresaliente -ojo a Kimberley Tell-, una sobria puesta en escena y un guion eficaz que pone el foco en un tema prácticamente inédito, la película es un recorrido en doble sentido que nos sumerge y nos atrapa en el seductor laberinto de sentimientos y dependencia de las redes de captación de sectas. Original y efectiva, una cinta que nos sorprendió a muchos y que lo tenía muy complicado en un año con tantos y tan buenos trabajos. Sus cuatro candidaturas deberían ser un aliciente para seguir muy atentos a los próximos trabajos de Carlos del Val.

PULLMAN (4 nominaciones, ningún premio): Al mallorquín Toni Bestard le descubrí gracias a su corto ‘Floey Artist’ (2013) y me cautivó con el documental ‘I Am Your Father’ (2015, codirigida por Marcos Cabotá). Con ‘Pullman’ se confirma su talento y su oficio, elegante y sin alharacas impostadas, ofreciéndonos un cautivador y sutil cuento urbano y contemporáneo con unos particulares Hansel y Gretel en una cara B de la isla balear que es ajena a turistas y jet set. Abiertamente admito que ha sido no solo de mis favoritas en esta edición, sino de lo mejor de toda la cosecha -nacional e internacional- de 2020. Creo que merecía más suerte en el palmarés. [Disponible en Filmin y Prime Video].

AKELARRE (3 nominaciones, ningún premio): Fascinante en su forma y en el fondo, recrea unos hechos acontecidos en el País Vasco a comienzos del siglo XVII, cuando un grupo de muchachas fueron acusadas de manera arbitraria por parte de la Inquisición de practicar ritos de brujería. Bien ambientada y con una sólida construcción a partir del guion, destaca sobremanera el grupo de protagonistas femeninas que, si bien solo dos de ellas –Amaia Aberasturi y Garazi Urkola– habían logrado nominación, merecerían un reconocimiento en conjunto. Si los Blogos tuvieran premios en apartados técnicos -quizá los haya, en un futuro próximo-, creo que habría arrasado. Personalmente, quiero más películas así de valientes en el cine español. [Disponible en Filmin a partir del 2 de febrero].

HIL KANPAIAK (CAMPANADAS A MUERTO) (3 nominaciones, ningún premio): Extraño título para un thriller nada convencional de ambientación rural y atmósfera malsana, donde se agradece el ramillete de personajes alejados de cualquier estereotipo pero que, personalmente, me dejó bastante frío, como un relato con buen planteamiento pero que avanza con el freno de mano echado. Tenía pocas posibilidades de la campanada -perdón por el chiste malo- para alzarse con el premio gordo, y se fue de vacío sin confirmarse aquellas quinielas que apostaban por Yon González -Mejor Actor de Reparto- y Eneko Sagardoy -Mejor Actor Protagonista-. Eché de menos la presencia de Itziar Ituño entre las candidatas a Mejor Actriz.

COSES A FER ABANS DE MORIR (COSAS QUE HACER ANTES DE MORIR) (2 nominaciones, ningún premio): Que yo recuerde, a bote pronto, al menos son cuatro las películas que han llegado a los Blogos de Oro que giran en torno a la juventud perdida, la desilusionante edad adulta y las reflexiones en torno a decisiones del pasado de las que ahora se duda. Subgénero “crisis en la treintena”, la podríamos llamar, si bien es cierto que algunas de esas cintas estaban protagonizadas por hombres y mujeres que apenas alcanzaban dicha edad. Quizá por ello, esta ha sido la que más verosímil me ha resultado de todas, a pesar de guardar no pocas similitudes con ‘Los amigos de Peter’ (Kenneth Branagh, 1992) bajo ese título de manual de autoayuda, con un estupendo reparto coral que sobrepasa los cuarenta palos y que, entrados en la mediana edad, se puedan plantear dudas, preguntas y decisiones vitales, si estas fueron acertadas o no, si se han cumplido o no las expectativas -propias o impuestas por la sociedad-. Manuel Maestro y Cristina Fernández Pintado, ambos en las categorías de interpretación de reparto, eran los únicos nombres de una cinta que creo le ha faltado más suerte en las nominaciones y que, como en ‘Akelarre’ o ‘La isla de las mentiras’, merece que nos planteemos muy seriamente crear una categoría coral para el Mejor Elenco para años venideros. Ahí dejo mi propuesta.

LA DESVIDA (2 nominaciones, ningún premio): Mira que no soy muy fan del género, pero esta ópera prima de Agustín Rubio Alcover me atrapó desde la primera secuencia y no despegué la mirada de la pantalla en sus casi noventa minutos de metraje. Un relato de terror y suspense in crescendo, que se va creando con detalles, sutilezas y acertada atmósfera que te sumerge del drama familiar a la pesadilla más angustiosa. Excelente y virtuoso juego de montaje, flashbacks y planos-secuencia al servicio de la historia. Aviso a directores de cásting: ojo al talentazo de la nominada Tábata Cerezo, mi apuesta personal -lo confieso- en la categoría de Mejor Actriz.

THE MYSTERY OF THE PINK FLAMINGO (2 nominaciones, ningún premio): Si dentro de peculiaridad ‘My Mexican Bretzel’ me resulta atractiva y fascinante, en el polo opuesto encuentro esta película tan loca como su propio título. Rara avis donde las haya, mezcla estrafalaria de documental y ficción, con un desfile de personas y personajes que empieza por Rigo Pex -insólito protagonista- y termina en el cineasta John Waters, pasando por Eduardo Casanova y otra larga lista de guest stars que, lamento admitirlo, no conozco ni de oídas. No hay que ser un lince para intuir que, de todas las finalistas, es con la que menos he conectado, y cuando este título apareció por primera vez ya en el tramo final de la gala, su presencia casi parecía tan exótica como fuera de lugar. [Disponible en Movistar +]

ESTÁNDAR (1 nominación, ningún premio): Comedia negra que, tras un arranque dubitativo, se ganó mis simpatías gracias a sus momentos más absurdos, su ramillete de secundarios casi caricaturescos y, sobre todo, el soberbio trabajo de Niko Verona que construye un personajazo brutal, un sobresaliente trabajo actoral tras ciertos tics y rarezas del protagonista. Era mi favorito como Actor Protagonista y tengo la sensación de haberme quedado solo en esta votación. Pero lo seguiré defendiendo como lo mejor del año.

LA MUJER ILEGAL (1 nominación, ningún premio): Aunque echa mano de algunos clichés melodramáticos y de ciertos personajes de trazo grueso, lo cierto es que esta historia sobre prostitución y trata de inmigrantes me ha suscitado un interés notable, tal vez porque vengo de donde vengo –‘A Plena Luz Del Día’-. Al igual que ocurre en ‘Estándar’, era el protagonista -en este caso, el veterano Daniel Faraldo– quien cargaba con la única candidatura de la película, una nominación ciertamente merecida gracias a un personaje que, más allá de la -para mí, excesiva- secuencia epílogo de la cinta, tiene la mirada más honesta de cuantos protagonistas masculinos han llegado a estos Blogos de Oro.

UN NUEVO COMIENZO (1 nominación, ningún premio): Esta es otra de esas de la etiqueta “crisis de la treintena” que comentaba a propósito de ‘Coses a fer abans de morir’, pero con una pareja protagonista que, a mi gusto, resulta demasiado joven para creerme sus traumas, sus dramas y su mirada -demasiado pesimista- de la vida y del porvenir. Estaba prácticamente imposible para su nominado Joan Carles Suau como Mejor Actor de Reparto. [Disponible en Filmin, Amazon Prime y FlixOlé]

Hasta aquí, mi repaso subjetivo y particular de este palmarés, en una gala que contó con la inauguración oficial virtual de la actriz Ane Gabarain y que otorgó por primera vez un Premio de Honor, reconocimiento que cayó con todo merecimiento en el productor Enrique López Lavigne.

Dedico por último unas palabras de agradecimiento a todas y todos mis compañeros de Comité, Jurado y entregadores, así como a Javi Gutiérrez, artífice de esta bendita locura.

Ya esperamos con ganas los #BlogosDeOro 2022.

¡Que viva el cine!

#BlogosDeOro 2018: Nominadas a Mejor Película

A tan solo unas pocas horas de que arranque la quinta gala virtual de los Blogos De Oro 2018*, comparto un breve análisis de las impresiones que me dejan los cinco títulos candidatos a llevarse el premio a Mejor Película del pasado año:

‘madre!’: Desde las tripas.

Hacía mucho, muchísimo tiempo que una película no me removía tanto por dentro, tanto en su forma como en el fondo. Darren Aronofsky se lanza al vacío sin red y no es fácil que el espectador medio le siga en esta extraña, sugerente, retorcida e hipnótica parábola en la que, si consigues abrir los ojos y ver lo que se esconde detrás de cada plano, descubrirás una propuesta tan visualmente magistral como visceralmente apasionada. Nada es lo que parece a simple vista, y todo tiene un significado y una trascendencia ocultas que, si logras captar el mensaje, ‘madre!’ -más allá de algunas de sus escabrosas pero necesarias imágenes- te atrapa y retumbará en tu mente durante varios días. Una obra maestra.

‘Tres anuncios en las afueras’: La necesidad de la empatía.

La historia de esta madre coraje que, frente la aparente pasividad de la policía local ante el asesinato de su hija, decide iniciar una campaña pasivo-agresiva que le granjeará más enemigos que simpatías, se revela como un retrato áspero sobre una sociedad que ha olvidado sentir empatía por sus semejantes. Un guion inteligente y unas soberbias interpretaciones -además de los oscarizados Frances McDormand y Sam Rockwell no podemos olvidar el gran trabajo de Woody Harrelson– son la base de esta inteligentísima obra a la que, de cara al gran público, quizá le haya pesado ser marcada erróneamente con la etiqueta de comedia negra.

‘Dunkerque’: Un circo de tres pistas.

Christopher Nolan se marca un más difícil todavía a la hora de ilustrar la tragedia de la playa de Dunkerque -uno de los episodios de la II Guerra Mundial quizá (hasta ahora) más desconocidos para el gran público-  a través de tres tramas que se dilatan de diferente manera en el tiempo cruzándose varias veces entre sí, teniendo como escenarios la propia arena , el mar abierto y el cielo surcado de cazas. Sin embargo, bajo su aparatosidad tenemos un relato tan mecánicamente cuidado como poco apasionado, que se sostiene sobre un trabajo sonoro de primera -música y efectos- y un montaje que a ratos funciona, a ratos queda en evidencia. El resultado es tan espectacular como inocuo [leer crítica completa publicada en Cultura EnGuada].

‘La forma del agua’: El Guillermo menos Del Toro.

Cojamos ‘La mujer y el monstruo’ (‘Creature From the Black Lagoon’), mezclémoslo con ‘Un, dos, tres… ¡splash!’, añadámosle unas gotas del universo Jeunet -especialmente ‘Delicatessen’ y ‘Amelie’-, poblémoslo de personajes de trazo único y, ¡tachán! el resultado será ‘La forma del agua’ o algo muy, muy parecido a esta sobrevalorada y premiadísima cinta de Guillemo del Toro. Mira que me cae simpático el mexicano, y suele gustarme mucho su cine, pero no comprendo cómo este supuesto cuento gótico-romántico para adultos, con todo su ramillete de tópicos y su final más que previsible, ha logrado encandilar al respetable. Su díptico español -‘El espinazo del diablo’ y ‘El laberinto del fauno’-, su irregular pero estimulante ópera prima ‘Cronos’ o incluso el primer ‘Hellboy’ son obras mucho más genuinas que este relato sensiblero y prefabricado, que se ve sin dificultad y que se olvida todavía más fácilmente.

‘A Ghost Story’: Solo aire.

Tras matarse en un extraño accidente de coche, el espíritu de Casey Affleck queda atrapado en este mundo sentenciado a vagar a perpetuidad. Y nosotros, como espectadores, nos vemos obligados a compartir condena. Superada la risible primera aparición del fantasma, la película se hace lenta hasta la extenuación, repleta de escenas alargadas hasta un vertiginoso vacío de sonoros silencios, y filmada en un vetusto 4:3 cuyo significado narrativo no alcanzo a comprender. Su manejo del tiempo relativo y su contagiosa melancolía son las únicas bazas de una película que, al final, se queda en nada. Como corto de 20-25 minutos hubiera podido ser una pieza maravillosa; como largometraje, se me hace tediosamente insoportable.

*Los Blogos de Oro 2018 se darán a conocer el domingo 25 de marzo a partir de las 17h00 en twitter a través de la cuenta https://twitter.com/BlogosDeOro, el hashtag #BlogosDeOro.

[Ir a #BlogosDeOro 2018: Análisis de los baratometrajes finalistas]

[Ir a #BlogosDeOro 2018: Análisis de los cortometrajes finalistas]

[Ir a #BlogosDeOro 2018: Análisis de finalistas a Mejor Película Española]

#BlogosDeOro 2018: Análisis de las finalistas a Mejor Película Española

Tercera entrega (de cuatro) en el que analizo algunas de las nominaciones para los Blogos de Oro 2018*, en el que, por cuarto año consecutivo, formo parte del jurado. Hoy es turno para las candidatas a Mejor Película Española, cinco títulos tan diferentes entre sí que, sinceramente, creo que parten con igual número de posibilidades para llevarse el bloggi:

‘Handía’: Algo muy grande.

Hace cuatro años, el trío Jon Garaño, Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi sorprendió con el delicado romanticismo melodramático de ‘Loreak’. Quizá ‘Handia’ no alcance a emocionarme tanto, pero la originalidad de su planteamiento -que equilibra entre la historia y el mito del gigante de Alzo-, la belleza de sus imágenes -sublime fotografía de Javier Agirre-, el cuidadísimo nivel artístico y de producción de la cinta y el notable trabajo de sus actores, convierten a esta obra en una ambiciosa y sobresaliente rareza de las que pocas veces se dejan ver en nuestra cinematografía. Que la ningunearan de mala manera en la última edición de los Goya, donde se llevó diez cabezones de trece candidaturas -algunos tan importantes como Mejor Guion Original, Dirección de Producción, Música, Fotografía o Actor Revelación-, para a última hora negarle Dirección o Película, hacen que me vuelque especialmente con esta genuina propuesta.

‘Verónica’: Expediente X vallecano con Bunbury al fondo.

Reconozco que partía con unas expectativas algo limitadas a esta propuesta de terror suburbano y noventero de la mano de Paco Plaza -uno de los responsables de la exitosa saga ‘[REC]’-. Sin embargo, nos encontramos ante una de las obras de género más sorprendentes, eficaces y entretenidas de los últimos tiempos, probablemente la mejor desde aquella ya lejana primera entrega de infectados en la barcelonesa Rambla de Catalunya. El joven reparto es todo un descubrimiento, y sí, que media película se haya rodado en localizaciones de Guadalajara que bien conozco -spoiler: ni el bar de Ana Torrent ni el cole al que van las protagonistas están en Vallecas-, también me hacen verla con generosa simpatía.

‘Perfectos desconocidos’: Álex y la contención.

Un lujoso apartamento y un puñado de actores cómplices en estado de gracia –Belén Rueda, Eduard Fernández, Eduardo Noriega, Dafne Fernández, Héctor Alterio, Juana Acosta, Pepón Nieto– es todo lo que necesita Álex de la Iglesia para sacarse de la manga un sátira negrísima sobre la falsedad y el engaño, sin renunciar por ello a introducir pequeñas pinceladas sobrenaturales que tanto gustan al bilbaíno, pero ofreciéndonos la que probablemente sea la ficción más contenida de toda su carrera. Por ponerle un par de pequeños peros: un giro final algo controvertido -a mí sí me funciona- y que, además de ser un remake de la reciente producción italiana ‘Perfetti sconosciuti’ (Paolo Genovese, 2016), le encuentro muchas raíces comunes con ‘La mentira’ de Florian Zeller que con gran éxito llevó Claudio Tolcachir por escenarios de toda España hace no demasiado tiempo.

‘Verano 1993’: Crecer de golpe.

Pocas cosas hay más traumáticas para una niña que ver cómo su vida cambia súbitamente y sin que, por supuesto, ningún adulto le pida opinión. Carla Simón debuta en el largo con una cinta fresca y espontánea, trufada de pequeños detalles autobiográficos, y con unos jovencísimos protagonistas que logran enternecer y emocionar. Sin embargo, y a pesar de los muchos méritos que tiene la cinta, por alguna razón no me llegó tanto como otras nominadas de la categoría. Lo que no quiere decir que no tenga valor ni pueda recibir merecidamente el reconocimiento por parte de otr@s colegas.

‘La llamada’: La fiesta efímera.

Seguro que, función tras función, ‘La llamada’ era una contagiosa fiesta de música, baile y amor libre y sin prejuicios. Pero aunque la cinta se ve con fácil complicidad y sorprende muy gratamente el maravilloso personaje que construye Belén Cuesta, la magia que esta historia pudiese tener en teatro no se transmite igual a través de la pantalla. Entendedme bien, la propuesta de los JavisAmbrossi y Calvo– es de un optimismo vitalista que se agradece en estos actuales tiempos grises; pero, más allá de su carácter lúdico-festivo-reivindicativo al ritmo de himnos de Whitney Houston y Leiva, la impresión que me deja es tan complaciente como efímera.

*Los Blogos de Oro 2018 se darán a conocer el domingo 25 de marzo a partir de las 17h00 en twitter a través de la cuenta https://twitter.com/BlogosDeOro, el hashtag #BlogosDeOro.

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