La musa rockera de fin de siglo.

Según su ficha oficial en IMDB.com no ha dejado de ponerse delante de una cámara desde que debutara con apenas catorce años en una poco conocida TV-movie, Home Fire (Michael Toshiyuki Uno, 1987); pero lo cierto y verdad es que hace tiempo que su nombre no encabeza un cartel importante, y que su irregular carrera musical –que apenas ha tenido repercusión fuera de las fronteras USA- parece haber sido un obstáculo más que una ayuda en su currículum como actriz.

Nacida en el centro de la Meca del Cine un 21 de junio de 1973, hija de actor –el conocido Geoffrey Lewis- y de una diseñadora gráfica, desde sus inicios su destino estaba en el mundo del espectáculo y del show bussiness. Sus primeros trabajos, siendo apenas adolescente, fueron para la pequeña pantalla –las series I married Dora y The facts of life– . Debutaría en el cine con un papelito en la comedia marciana Mi novia es una extraterrestre (Richard Benjamin, 1988), a la que le seguirían las hoy olvidadas Meet the Hollowheads (Thomas R. Burman, 1989) y The runnin’ kind (Max Tash, 1989), así como en la comedia de temporada ¡Socorro! Ya es Navidad (Jeremiah S. Chechik, 1989), a mayor gloria de Chevy Chase.

Quizá desencantada por las insulsas propuestas cinematográficas que le llegaban, volvió por un tiempo a la televisión para participar de manera ocasional en Aquellos maravillosos años, Una familia para Joe y en el telefilm Demasiado joven para morir (Robert Markowitz, 1990), donde coincidiría por vez primera con Brad Pitt. Tras su paso por Crooked Hearts: secretos de familia (Michael Bortman, 1991) –un film donde se daban cita algunos de los rostros más emergentes del nuevo cine americano, tales como Vincent D’Onofrio, Jennifer Jason Leigh o Noah Wyle, entre otros- , no desaprovechó su oportunidad de oro: su carácter falsamente frágil y su apariencia de morbosa lolita llamó la atención de Martin Scorsese, y la convirtió en hija de Nick Nolte y Jessica Lange; los tres formarían la sufrida familia bajo el acoso del psicópata Robert De Niro en El cabo del miedo (1991). Un papel que le catapultó a la primera línea hollywoodiense –nominación al Oscar como Mejor Actriz de Reparto incluida- y que le abrió las puertas a proyectos de mayor envergadura cinematográfica: fue musa de Woody Allen en Maridos y mujeres (1992), vivió un romance Aquella noche (Craig Bolotin, 1992) con C. Thomas Howell, participó en un Doble juego (Peter Medak, 1993) junto a Gary Oldman y Lena Olin y empacó las maletas para irse a Kalifornia (Dominic Sena, 1993) junto con su novio Pitt.

Juliette vivió un momento dulce mediada la década de los noventa, y no pasaron desapercibidas sus contribuciones en ¿A quién ama Gilbert Grape? (Lasse Hallström, 1993), Asesinos natos (Oliver Stone, 1994), Un día de locos (Nora Ephrom, 1994), Diario de un rebelde (Scott Kalvert, 1995) –su reencuentro con Leo DiCaprio- , Abierto hasta el amanecer (Robert Rodríguez, 1996) o La fuerza del cariño: la historia continúa (Robert Harling, 1996). A partir de aquí –probablemente espoleada por la fuerza de su personaje en el thriller tecno-futurista Días extraños (Kathryn Bigelow, 1995)- , y ya separada oficialmente del protagonista de Seven (David Fincher, 1995), empezaría a hacer sus pinitos en la música, formando la banda de rock indie Juliette and the Licks que, aunque conocido y reconocido principalmente en los mercados anglosajones, dejó verse en alguna que otra ocasión por nuestras latitudes, con sendos conciertos en festivales de Vitoria, Bilbao, Tenerife o Lérida. Lewis colaboraría también con el grupo The Prodigy, componiendo y cantando algunos temas de su álbum Always outnumbered, never outgunned (2004).

De algún modo se resentiría su trayectoria como intérprete, enlazando, entre finales del pasado siglo y comienzos del nuevo, títulos como poco irregulares, caso de Some girl (Rory Kelly, 1998), Aprendiendo a vivir (Garry Marshall, 1999), Cuarto piso (Josh Klausner, 1999), Secuestro infernal (Christopher McQuarrie, 2000), Una cama a cualquier precio (Khali Al-Haggar, 2000) y Tardes con Gaudí (Susan Seidelman, 2001), inédita producción española rodada en inglés en la Ciudad Condal pero que, curiosamente, nunca se estrenó en salas comerciales. A partir de aquí, casi es más habitual verla de nuevo en el formato televisivo que en la gran pantalla, participando en unos cuantos telefilms, series y vídeos musicales, y se asomaría muy de cuando en cuando por un plató cinematográfico, casi siempre en papeles secundarios: la hemos podido ver en Nunca más (Michael Apted, 2002), Aquellas juergas universitarias (Todd Phillips, 2003), La casa (Mike Figgis, 2003), Blueberry, la experiencia secreta (Jan Kounen, 2004), Starsky & Hutch (Todd Phillips, 2004), Darwin Awards: muertes de risa (Finn Taylor, 2006) y, más recientemente, en Betty Anne Waters (Tony Goldwin, 2010) o Salidos de cuentas (Todd Phillips, 2010).

En 2008 puso voz al videojuego Grand Theft Auto IV, y en 2009 formaría una nueva banda, Juliette and the New Romantics. Aunque sus últimos trabajos no han cruzado el gran charco –Foreverland (Max McGuire, 2011), Hick (Derik Martini, 2011), Open Road (Mario García, 2013)- , tiene pendiente de estreno Agosto (John Wells, 2013) -una tragicomedia coral que sí llegará a España en enero de 2014- y un par de títulos aún sin fecha de lanzamiento: Hellion (Kat Candler, 2014) y Kelly & Cal (Jen McGowan, 2014). Además, prepara desde hace tiempo su debut como directora con un documental -conocido de momento como Untitled Juliette Lewis Rock Documentary– . ¿Volverá a brillar su estrella como lo hiciera antaño? Veremos.