Convertirse en el amor platónico del superhéroe de Metrópolis podía haber sido un trampolín sin igual para su carrera; pero lo cierto y verdad es que nunca consiguió desprenderse del personaje ni despuntar como actriz.
Nacida un 17 de octubre de 1948 en Yellowknife, Canadá, la infancia de Margareth Ruth Kidder no fue precisamente un camino de rosas: desde muy pequeña sufrió trastornos bipolares que no fueron diagnosticados hasta muchos años más tarde y sus constantes cambios de domicilio, debido a la profesión de sus padres, no la ayudaron precisamente. Dichos trastornos la llevarían a intentar suicidarse en varias ocasiones durante toda su vida. Tras pasar por un internado, y ya en su juventud, Margot probaría suerte como actriz; primero en su país natal, participando en varios mediometrajes y telefilms, y luego trasladándose a Los Ángeles, donde con veintiún años debutaría en la película Los años locos de Chicago (1969), del hoy reputado director Norman Jewison y compartiendo cartel con Beau Bridges o George Kennedy, entre otros. Durante los primeros años setenta no le faltaría trabajo en la pequeña pantallam hasta que en 1973 Brian De Palma la fichó como protagonista absoluto de su nuevo largometraje: Hermanas.
Durante los siguientes años alternó pequeños papeles en películas importantes –El carnaval de las águilas (George Roy Hill, 1975)- con otros trabajos en films menores, hasta que al fin llegó su gran oportunidad: tras un largo proceso de cásting por el que pasaron compañeras como Stockard Channing, Lesley Ann Warren o Anne Archer, entre otras, fue elegida por Richard Donner para interpretar a la reportera Lois Lane en Superman. La película (1978), papel que repetiría durante los años ochenta en todas y cada una de las secuelas oficiales de la saga y que la catapultó en Hollywood –fue incluso portada de Playboy (¡!)- . El éxito del film le abriría nuevas posibilidades en diferentes géneros: Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979), Una almohada para tres (Paul Mazursky, 1980), Heartaches (Donald Shebib, 1981), Misterio en Malta (Michael Tuchner, 1983) y Pequeño tesoro (Alan Sharp, 1985), entre otros títulos tanto para cine como para la televisión, algunos reivindicables, la mayoría olvidables, y ninguno con la repercusión comercial de la serie del hombre de acero.
Tras la cancelación de la saga Superman en 1987, la carrera de Margot no volvería a remontar. Algunos episódicos para la pequeña pantalla –Historias de la cripta, Se ha escrito un crimen– , algún cameo para recordar –Maverick (Richard Donner, 1994)- y poco más. Lejos de los focos, su enfermedad le provocó algunos episodios paranoicos, obsesionándose incluso con la idea de que su marido quería asesinarla y llegando a fingir su propia muerte.
Ya recuperada –aunque con evidentes secuelas físicas- , en el siglo XXI volvió a ponerse frente a las cámaras en films menores como, entre otros, The Box Collector (John Daly, 2008), A single woman (Kamala López, 2008) o Halloween II (Rob Zombie, 2009), y este año ya ha estrenado otros dos títulos –Matt’s Chance (Nicholas Gyeney, 2013) y Real Gangsters (Frank D’Angelo, 2013), ambas de momento inéditas en nuestro país- y tiene un tercero pendiente de llegar a las salas –Pride of lions (Sidney J. Furie, 2013)- . Mejor acogida ha tenido su regreso a la pequeña pantalla, con puntuales apariciones en Más allá del límite, Ley y orden: Unidad de víctimas especiales, Cinco hermanos y regresando, efímeramente eso sí, al universo Superman participando en un par de episodios de Smallville.
Como dato curioso, señalar que el rapero Effect le dedicó álbum, portada y single en 2011: The Margot Kidder EP, cuyo contenido puede escucharse y descargarse a través de su página oficial.
