Ese cómico bajito y con gafas.
Eficaz como humorista e ingenioso como actor, pero casi siempre atado al mismo tipo de personaje –torpe, bajito, algo histriónico y luciendo siempre sus inevitables anteojos- , pasó de la radio a la TV antes de dar el salto a Hollywood en la década de los ochenta, donde le vimos formando parte del cast de algunos de los títulos más recordados de la época. Y aunque se retiró –quizá prematuramente- , aún hoy le recordamos como un actor entrañable que siempre nos hizo sonreír…
Nacido como Allan Frederick hace ya seis décadas en Toronto, Ontario (Canadá), ya en la escuela primaria apuntaron sus dotes como showman siendo vocalista y bajista de la banda Rush. Más adelante, ya en los años setenta, alternó oficios como técnico de radio, disc-jockey y monologuista ocasional tanto en bares como en diversas emisoras. Daría su salto a la televisión en 1976, con apariciones regulares en el programa 90 minutes live, y posteriormente, en 1980, en Second City TV, donde aparecerían otros personajes conocidos como Dave Thomas, John Candy, Martin Short o Catherine O’Hara, entre otros, y donde destacó no sólo como actor –con una gran variedad de personajes e imitaciones, entre ellas la de Woody Allen- , sino también como coguionista.

Fue tal el éxito de Second City TV que llegó a emitirse en Estados Unidos, lo que le supondría –a él y a no pocos compañeros de reparto- su oportunidad de dar su salto a la gran industria del entertainment, sobre todo tras hacerse con un preciado Emmy –concedido a todos sus actores-guionistas- tras su última temporada de emisión en 1981. Tras un pequeño paréntesis en el que grabaría un disco de humor junto con su compañero Thomas, reunió a algunos compañeros de Second City TV para estrenar un nuevo espacio de humor catódico, SCTV Network 90, que se mantuvo en antena durante poco más de un año y por el que pasaron gente como Steve Martin, Leslie Nielsen, Mr. T o Barbara Hershey.
Tras aparecer como estrella invitada en el popular Saturday Night Live, volvió a reunirse con Dave Thomas para dirigir, escribir y protagonizar el film Extraño brebaje (1983), una comedia en la que recuperaban a sus populares personajes de la pequeña pantalla Bob y Doug McKenzie pero que no tuvo ninguna carrera comercial internacional. Posteriomente pudimos verle en un pequeño papel en el recordado thriller Calles de fuego (Walter Hill, 1984), pero su carrera despegaría definitivamente con su siguiente trabajo: Louis Tully, el atolondrado vecino de Sigourney Weaver en la comedia sobrenatural Los Cazafantasmas (Ivan Reitman, 1984) –en cuyo guion también participó en una colaboración no acreditada- . Repetiría este personaje años más tarde en la inevitable secuela Cazafantasmas II (Ivan Reitman, 1989), pero antes pasaría por algunos títulos olvidables –Jóvenes alocados (Art Linson, 1984), Head Office (Ken Finkleman, 1985)- y otros olvidados –El gran despilfarro (Walter Hill, 1985), Club Paraíso (Harold Ramis, 1986)- antes de consagrarse como un estupendo cómico en La tienda de los horrores (Frank Oz, 1986) -adaptación musical del film homónimo de Roger Corman de 1960- y sobre todo bajo el casco de Casco Oscuro, el alter ego torpón y frustrado de Darth Vader en la parodia espacial Spaceballs: La loca historia de las galaxias (Mel Brooks, 1987), reverso caricaturesco de la popular saga de George Lucas.
Walt Disney Pictures le dio la oportunidad de convertirse en un rostro conocido para todos los públicos gracias al inventor Wayne Szalinski de Cariño, he encogido a los niños (Joe Johnston, 1989), una excelente aventura fantástica familiar que le permitió protagonizar otras dos secuelas más –Cariño, he agrandado al niño (Randal Kleiser, 1992), simpática, pero sin la espontaneidad de la primera; y Cariño, nos hemos encogido nosotros mismos (Dean Cundey, 1997), más floja y directa al mercado doméstico- , así como el audiovisual Cariño, he encogido al público para una popular atracción de Disneylandia.
Se asociaría artísticamente con Steve Martin para protagonizar tres films en apenas tres años: Dulce hogar… ¡a veces! (Ron Howard, 1989), Mi querido mafioso (Herbert Ross, 1990) y Tres mujeres para un caradura (Mick Jackson, 1991). En esta época también trabajó como actor de doblaje en la televisiva serie de animación La escuela de los monstruos.

Tras el fallecimiento de su mujer Anne en 1991, todavía le veríamos en Recién nacido y ya coronado (Robert Young, 1993) y como Pablo Mármol en la exitosa adaptación cinematográfica de Los Picapiedra (Brian Levant, 1994). Pero a partir de la segunda mitad de la década de los noventa, apenas participaría en unos pocos títulos de perfil bajo –algunos ni siquiera estrenados en nuestro país- como Pequeños gigantes (Duwayne Dunham, 1994) o Mi querido enemigo (Steve Miner, 1996), retirándose voluntariamente de la interpretación delante de las cámaras. Desde entonces, su carrera se ha encaminado a dar voz a personajes animados de series y películas poco relevantes, destacando si acaso Hermano Oso (Aaron Blaise & Robert Walker, 2003), así como a un par de incursiones como cantante de pop/country juedoamericano (!) con dos LP’s: The agoraphobic cowboy (2005) y My mother’s brisket & other love songs (2013).