William Katt

El olvidado héroe americano.

william_kattSaltaría a la fama internacional con un divertido personaje catódico que triunfó durante tres temporadas en la televisión española de los años ochenta; pero mucho antes de enfundarse el estrambótico pijama rossonero con capa, William Theodore Katt ya llevaba más de diez años moviéndose entre platós de cine y TV.

Nacido un 16 de febrero de 1961 en Los Ángeles, California (Estados Unidos), siendo hijo de los actores Bill Katt -artísticamente conocido como Bill Williams- y Barbara Hale, no era de extrañar que el joven William encaminara desde muy joven sus pasos hacia el  mundo de la interpretación, aunque su primera vocación fuera la de músico. Terminados sus estudios superiores en el Orange Coast Collage de Costa Mesa, California, realizaría sus primeras actuaciones teatrales, hasta que con apenas diecinueve años se puso por primera vez frente a una cámara: fue con un pequeño papel de reparto en el telefilm Night Chase (Jack Starrett, 1970), al que le siguieron otras TV-movies inéditas en España y pequeños episódicos televisivos en M.A.S.H., Kung-Fu, Kojak o Ironside.

Todos estos trabajos, al igual que su primer papel para el cine –un personaje apenas relevante en la olvidada The Late Liz (Dick Ross, 1971), junto a Anne Baxter- , los firmaría como Bill Katt. Hasta que en 1976, ya como William, y tras no conseguir hacerse con el papel de Luke Skywalker para La Guerra de carrie1las Galaxias (George Lucas, 1977) –en beneficio de Mark Hamill- , tuvo la fortuna de cruzarse con el director Brian De Palma, quien le fichó para formar parte del joven elenco de Carrie (1976), película de terror inspirada en la célebre novela homónima de Stephen King y en la que compartió cartel con unos entonces emergentes Sissy Spacek, Amy Irving, Nancy Allen o John Travolta entre otros.

El gran éxito de Carrie le proporcionó sus primeros protagonistas para la gran pantalla: Primer amor (Joan Darling, 1977), El gran miércoles (John Milius, 1978) o Los primeros golpes de Butch Cassidy y Sundance (Richard Lester, 1979), desafortunada precuela del clásico Dos hombres y un destino (George Roy Hill, 1969) en la que retomaría el personaje que había catapultado la carrera de Robert Redford diez años antes.

Durante el primer lustro de los años ochenta trabajaría principalmente para la televisión: Pippin: His life and times (David Seehan, 1981), The Rainmaker (John Frankenheimer, 1982), la serie Cuentos de hadas pero, sobre todo, algunos telefilms sobre Perry Mason –en los que encarnaba al joven ayudante del popular abogado e investigador- y la exitosa serie El gran héroe americano, junto a Robert Culp y Connie Seleca, en la que encarnó al ya inolvidable Ralph Hinkley, un humilde profesor que se convertía, por obra y gracia de un extraño traje alienígena, en un torpe superhéroe de tres al cuarto.

Alcanzaría enorme popularidad con este papel, y sus siguientes trabajos, aunque no contaron con el beneplácito de la crítica, funcionaron relativamente bien entre el público: Baby, el secreto de la leyenda perdida (B.W.L. Norton, 1985), aventura Disney familiar con diplodocus de cartón-piedra –adelantándose, eso sí, a la fiebre jurásica de Spielberg– ; y House, una casa alucinante (Steve Miner, 1986), recordada cinta de terror y humor negro convertida hoy en clásico de culto de videoclub. Sin embargo, su carrera no terminaría de despegar, y la mayoría de los largometrajes en los que trabajaría hasta hoy día pasarían desapercibidos en EE.UU. e inéditos en España. También ha probado suerte tras la cámara, de manera muy intermitente y sin ningún éxito: dos largometrajes –Clean and Narrow (1999); River’s End (2005)- y un cortometraje –el reciente Travellers (2013)- son su pobre bagaje como realizador.

Por estas latitudes, sin embargo, ha sido más habitual verle en breves apariciones para la pequeña pantalla: de Alfred Hitchcock presenta a Numb3rs, pasando por Se ha escrito un crimen, Diagnóstico asesinato, Walker Texas Ranger, JAG. Alerta roja, House, M.D. o Héroes, entre otras.

sweet_01cfÚltimamente es habitual escucharle en videojuegos –Batman: The Brave and the Bold (2010)- , y tras su paso por Paranormal Movie (Kevin Farley, 2013), tiene dos películas a punto de estrenarse –The Unwanted (Bret Wood, 2013); Subterranea (Mathew Miller, 2014)- y en breve se incorporará al rodaje de When the storm God rides a las órdenes de Michael Preece. Títulos de escaso empaque comercial, lo que nos hace suponer que, para el común de los mortales, William Katt nunca dejará de ser aquél simpático rubiales cuyas atolondradas súperaventuras hicieron las delicias de nuestras infantiles tardes de verano. ¿Habría cambiado su suerte si hubiese sido elegido para viajar a una galaxia muy, muy lejana?

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