¡Nueve nominaciones a los Oscar, nueve! ¿Será El gran hotel Budapest (2014) la verdadera gran obra maestra de Wes Anderson que algunos escépticos todavía estamos esperando? Pues va a ser que no: aunque la cinta es visualmente curiosa y nos ofrece una historia verdaderamente agradable, su fino -finísimo- humor es tan sutil que a mí me deja a dos aguas, y prácticamente el interés se reduce a descubrir el rosario de conocidísimos rostros que van desfilando por la pantalla… [leer crítica]
Ni ‘Cinecittá’ ni Ciudad de la Luz
Una vez más, he tenido el honor de poder colaborar con los compañeros de Cultura En Guada, medio digital de referencia que ya se ha convertido en imprescindible en Guadalajara y que, cada cierto tiempo, lanza una edición especial en papel.

En este sexto número -en el que comparto páginas con verdaderos periodistas de raza de la provincia así como con otros ilustres colaboradores- dedico unas breves líneas a la ciudad y la provincia como demandados y valorados escenarios cinematográficos: y es que, si no es raro ver -sobre todo en la pequeña pantalla- el Fuerte de San Francisco como ciudad de la posguerra –El tiempo entre costuras; Hermanos– , aún hay quienes recuerdan el paso de Stanley Kubrick y Kirk Douglas por Iriépal –Espartaco (1960)-, a Marlon Brando por Sigüenza –Cristóbal Colón, el descubrimiento (John Glen, 1992)- o, más recientemente, a Adrien Brody y Penélope Cruz en Matarrubia, en ese film maldito que fue Manolete (Menno Meyjes, 2008).
Os recomiendo que no os quedéis sin vuestro ejemplar. También lo tenéis disponible en formato PDF -mi répor, por cierto, lo encontraréis en las páginas 12-13- .