Quienes me seguís por redes sociales habréis comprobado que últimamente comparto muchas buenas noticias -¡y que siga así la racha!- en torno a ‘Roberto’, un corto de animación que descubrí entre los seleccionados a los últimos Blogos de Oro. Vaya por delante que nada tengo que ver con esta obra, más allá de una profunda y creciente admiración como espectador, ni con su directora Carmen Córdoba, con quien de momento me une una respetuosa amistad virtual que espero más pronto que tarde, pandemia mediante, se traduzca en coincidencia real en algún certamen o festival.
‘Roberto’ es, en dos pinceladas, la historia de amistad entre dos vecinos separados por una calle y al mismo tiempo unidos por un viejo tendedero. Desde niños, él le profesa a ella un cariño sincero y romántico a través de sus dibujos; ella, sin embargo, le corresponde con tímidas sonrisas mientras en la soledad de su cuarto se avergüenza de su aspecto físico. Así pasarán los años, hasta que llegará el día en el que ella deberá enfrentarse a su soledad, a sus miedos y a su monstruo interior.
Sin diálogos, con una música emotiva y envolvente, un montaje fluido y una animación excelente que aúna varias técnicas diferentes, ‘Roberto’ nos lleva por un viaje emocional lleno de aristas, contraponiendo las inseguridades y prejuicios de su protagonista femenina -víctima silenciosa de una sociedad que te devora si no formas parte del espejo tramposo y deforme que solo refleja fantasmas- con la mirada sincera de quien tan cerca y a la vez tan lejos espera pacientemente, hasta llegar a un revelador y agridulce giro final que no solo hace que empatices aún más con esta entrañable pareja, sino que es capaz de sembrar en el imaginario del respetable una asombrosa dimensionalidad a sus personajes, en una de las historias de amistad más hermosas que se recuerdan.
Siete años ha tardado su creadora en levantar este proyecto que, una vez ha visto la luz, ya ha superado las ciento veinticinco selecciones internacionales y el medio centenar de premios y reconocimientos -que no llegara a la finalísima de los Premios Goya del pasado 6 de marzo es algo que no alcanzo a comprender- en apenas unos meses de recorrido festivalero. Y su meteórica carrera solo acaba de arrancar. ¿Qué es lo que la hace tan especial? El cuidado y mimo en cada uno de sus fotogramas, la delicadeza con la que trata a sus personajes -y la pesadilla a la que deben hacer frente- y, sobre todo, la universalidad en forma y fondo de su mensaje hacen de ésta una de las piezas que más hondo calan en el público. De esas que remueven, conmueven y que te dejan la sensación de que debería ser proyectada en todas las aulas del mundo. Virtudes que ya la han convertido, por méritos propios, en uno de los cortos imprescindibles de la presente década.
Si lo seleccionan en un festival que os pille cerca o lo programan en algún certamen online, no os lo perdáis.
Este año, sí. Por primera vez desde hace tres ediciones, he podido asistir a la gala virtual de los Blogos de Oro como marcan los cánones: desde el sofá, en chándal -el protocolo indica bata, pero soy así de osado- y a través del portátil. Ojo, con doble ventana: en una, la retransmisión en directo vía YouTube -de la que hablaré más adelante-; en otra, Twitter abierto y refrescando constantemente la página con el hashtag #BlogosDeOro. Conectado desde las 16:50. La tarde prometía…
¡Y tanto! Quizá fuera un despiste de la invitada o puede que la tecnología le jugara una mala pasada, pero la ceremonia empezó bien accidentada con Anna Castillo adelantando fulgurantemente a Leticia Dolera -quien debía haber dado el pistoletazo de salida- y, a las 17:00, ya había cantado las nominadas y premiada a Mejor Actriz de Reparto -que iría a parar a su compi en ‘La llamada’ Belén Cuesta-. Apenas unos segundos de fiesta bloguera y la escaleta ya a tomar por saco. Que no digo yo que la prota de ‘El olivo’ lo hiciera a propósito -seguro que fue un desliz-, pero hizo falta un parón de cerca de diez minutos para desfacer el entuerto. El cachondeo en la red del pajarito ya era generalizado, y como no hay mal que por bien no venga, #BlogosDeOro ya era trending topic solo por detrás de #DomingoDeRamos y #Puigdemont.
Anna Castillo, con prisas y a lo loco.
El evento volvió por su cauce, aunque de manera algo atropellada. Tanto es así que los presentadores de YouTube se liaban a filosofar –«vamos a hablar de los candidatos a…»– y se les pasaba el premio, que igual hacía ya un rato largo que lo habían dado. Voluntariosa su labor, pero despistaban más que ayudaban -ahí me gustaría ver a Ramón Bernadó y Diego Gismero, con el mismo glamour de perfil bajo pero de verborrea mucho más ágil-. No le doy ninguna importancia al accidental corte de emisión pasado el ecuador de la tarde, son cosas del directo, y se resolvió con prontitud. Pero más divertido e interactivo estaba el debate tuitero.
Le pusieron ganas, pero se les fue el oremus demasiadas veces.
Esta vez sí que pude disfrutar los intermedios musicales de los artistas invitados -interpretando covers musicales y cantados de algunas de las más populares BSO del curso pasado-. Y, en cuanto al palmarés, decir que la tarde tuvo cosas muy, muy buenas, destacando los dos bloguis a ‘El Ministerio del Tiempo’ -Mejor Serie Española y Mejor Actriz para Aura Garrido-, broche de oro a la maravillosa ficción de Javier Olivares; el premio a Mejor Baratometraje para esa joya titulada ‘La mano invisible’; y, una de las grandes sorpresas, la ‘Verónica’ de Paco Plaza se coronaba como Mejor Película Española.
Entendí menos la elección de ‘Rick y Morty’ como Mejor Serie -no les pillo la gracia, qué le vamos a hacer-, que ‘Marta no viene a cenar’ ganase en votos a ‘72%’ o ‘The App’ como Mejor Cortometraje Estrella o que James Franco se llevara el gato al agua como Mejor Actor por ‘The Disaster Artist’ por delante del trabajo ‘Múltiple’ de James McAvoy. Y hablando de gatos: ¿Christopher Nolan, Mejor Director por ‘Dunkerque’? Myrian Rodriguez, una de las tuiteras más activas, lo había avisado antes: «Cada vez que alguien vota a Nolan, muere un gato». Pero ni aún así, oye. Gaticidio total en los Blogos. Cosas de la democracia.
Sin duda, la gran triunfadora de esta quinta edición fue la espléndida ‘Tres anuncios en las afueras’: pleno total con sus cuatro candidaturas y sus cuatro galardones a Mejor Película, Actriz -indiscutible Frances McDormand-, Actor de Reparto –Sam Rockwell, que no salía en ‘Cadena perpetua’– y Guion. Nada que objetar si no hubiera estado ahí la magistral ‘madre!’ de Aronofsky, que, bien mirado, tenía muy difícil ganar: ni todo el mundo ha podido verla -su distribución en España ha sido bastante limitada- ni es accesible para todos los paladares. Por contra, la que a priori partía como la gran favorita, la multioscarizada ‘La forma del agua’, se dio el josconcio padre quedándose a cero en sus cinco nominaciones. Guillermo del Toro despierta una simpatía innata, pero que su cuento sea la mejor obra de 2017 es harina de otro costal… o simple campaña de marketing.
Lo mejor, como siempre, interactuar y comentar en directo con un grupo de maravillosos locos y locas, con los que, independientemente de gustos, preferencias y votos, se pasó una maravillosa tarde de domingo unidos por una gran pasión: el cine y las series. Enhorabuena a Javier Gutiérrez -el de Cine de Patio, no el actor… bueno, ese también, por ‘Vergüenza’– por esta iniciativa que sigue y sigue creciendo. Ya estamos contando los días para los VI Blogos de Oro. ¡Hasta el año que viene!*
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Palmarés completo – Cine:
Mejor Película: ‘TRES ANUNCIOS EN LAS AFUERAS’.
Mejor Película Española: ‘VERÓNICA’.
Mejor Película de Animación: ‘YOUR NAME’.
Mejor Baratometraje: ‘LA MANO INVISIBLE’.
Mejor Baratometraje (Mención Especial): ‘LA VIDA Y NADA MÁS’.
Mejor Cortometraje Estrella: ‘MARTA NO VIENE A CENAR’.
Mejor Director: CHRISTOPHER NOLAN (‘Dunkerque’).
Mejor Actriz: FRANCES McDORMAND (‘Tres anuncios en las afueras’).
Mejor Actor: JAMES FRANCO (‘The Disaster Artist’).
Mejor Actriz de Reparto: BELÉN CUESTA (‘La llamada’).
Mejor Actor de Reparto: SAM ROCKWELL (‘Tres anuncios en las afueras’).
Mejor Guion: MARTIN McDONAGH (‘Tres anuncios en las afueras’).
Mejor Banda Sonora: HANS ZIMMER (‘Dunkerque’).
Palmarés Completo – Series:
Mejor Serie: ‘RICK Y MORTY’.
Mejor Serie Española: ‘EL MINISTERIO DEL TIEMPO’.
Mejor Actriz: AURA GARRIDO (‘El Ministerio del Tiempo’).
Mejor Actor: JAVIER GUTIÉRREZ (‘Vergüenza’).
P.D: Echando un ojo a mis crónicas de años anteriores, he recordado que antaño se entregaba un blogui a la Peor Película del Año. Dado que siempre habrá críticas al palmarés y que nunca lloverá a gusto de todos, reivindico desde aquí tan necesario reconocimiento como compensación al tiempo que los jurados dedicamos a películas que malditas las horas que decidimos verlas.
Tercera entrega (de cuatro) en el que analizo algunas de las nominaciones para los Blogos de Oro 2018*, en el que, por cuarto año consecutivo, formo parte del jurado. Hoy es turno para las candidatas a Mejor Película Española, cinco títulos tan diferentes entre sí que, sinceramente, creo que parten con igual número de posibilidades para llevarse el bloggi:
‘Handía’: Algo muy grande.
Hace cuatro años, el trío Jon Garaño, Jose Mari Goenaga y Aitor Arregi sorprendió con el delicado romanticismo melodramático de ‘Loreak’. Quizá ‘Handia’ no alcance a emocionarme tanto, pero la originalidad de su planteamiento -que equilibra entre la historia y el mito del gigante de Alzo-, la belleza de sus imágenes -sublime fotografía de Javier Agirre-, el cuidadísimo nivel artístico y de producción de la cinta y el notable trabajo de sus actores, convierten a esta obra en una ambiciosa y sobresaliente rareza de las que pocas veces se dejan ver en nuestra cinematografía. Que la ningunearan de mala manera en la última edición de los Goya, donde se llevó diez cabezones de trece candidaturas -algunos tan importantes como Mejor Guion Original, Dirección de Producción, Música, Fotografía o Actor Revelación-, para a última hora negarle Dirección o Película, hacen que me vuelque especialmente con esta genuina propuesta.
‘Verónica’: Expediente X vallecano con Bunbury al fondo.
Reconozco que partía con unas expectativas algo limitadas a esta propuesta de terror suburbano y noventero de la mano de Paco Plaza -uno de los responsables de la exitosa saga ‘[REC]’-. Sin embargo, nos encontramos ante una de las obras de género más sorprendentes, eficaces y entretenidas de los últimos tiempos, probablemente la mejor desde aquella ya lejana primera entrega de infectados en la barcelonesa Rambla de Catalunya. El joven reparto es todo un descubrimiento, y sí, que media película se haya rodado en localizaciones de Guadalajara que bien conozco -spoiler: ni el bar de Ana Torrent ni el cole al que van las protagonistas están en Vallecas-, también me hacen verla con generosa simpatía.
‘Perfectos desconocidos’: Álex y la contención.
Un lujoso apartamento y un puñado de actores cómplices en estado de gracia –Belén Rueda, Eduard Fernández, Eduardo Noriega, Dafne Fernández, Héctor Alterio, Juana Acosta, Pepón Nieto– es todo lo que necesita Álex de la Iglesia para sacarse de la manga un sátira negrísima sobre la falsedad y el engaño, sin renunciar por ello a introducir pequeñas pinceladas sobrenaturales que tanto gustan al bilbaíno, pero ofreciéndonos la que probablemente sea la ficción más contenida de toda su carrera. Por ponerle un par de pequeños peros: un giro final algo controvertido -a mí sí me funciona- y que, además de ser un remake de la reciente producción italiana ‘Perfetti sconosciuti’ (Paolo Genovese, 2016), le encuentro muchas raíces comunes con ‘La mentira’ de Florian Zeller que con gran éxito llevó Claudio Tolcachir por escenarios de toda España hace no demasiado tiempo.
‘Verano 1993’: Crecer de golpe.
Pocas cosas hay más traumáticas para una niña que ver cómo su vida cambia súbitamente y sin que, por supuesto, ningún adulto le pida opinión. Carla Simón debuta en el largo con una cinta fresca y espontánea, trufada de pequeños detalles autobiográficos, y con unos jovencísimos protagonistas que logran enternecer y emocionar. Sin embargo, y a pesar de los muchos méritos que tiene la cinta, por alguna razón no me llegó tanto como otras nominadas de la categoría. Lo que no quiere decir que no tenga valor ni pueda recibir merecidamente el reconocimiento por parte de otr@s colegas.
‘La llamada’: La fiesta efímera.
Seguro que, función tras función, ‘La llamada’ era una contagiosa fiesta de música, baile y amor libre y sin prejuicios. Pero aunque la cinta se ve con fácil complicidad y sorprende muy gratamente el maravilloso personaje que construye Belén Cuesta, la magia que esta historia pudiese tener en teatro no se transmite igual a través de la pantalla. Entendedme bien, la propuesta de los Javis –Ambrossi y Calvo– es de un optimismo vitalista que se agradece en estos actuales tiempos grises; pero, más allá de su carácter lúdico-festivo-reivindicativo al ritmo de himnos de Whitney Houston y Leiva, la impresión que me deja es tan complaciente como efímera.
*Los Blogos de Oro 2018 se darán a conocer el domingo 25 de marzo a partir de las 17h00 en twitter a través de la cuenta https://twitter.com/BlogosDeOro, el hashtag #BlogosDeOro.
Segunda entrega de las cuatro que tengo previsto publicar -ojalá fueran más, pero ando bastante mal de tiempo- antes de la gala virtual de los #BlogosDeOro 2018*. En esta ocasión, es turno para los cortometrajes, un medio que sabéis que me encanta y que casi siempre es capaz de sorprendernos y emocionarnos en treinta minutos o menos.
‘72%’: This is the end.
Lluis Quílez, un realizador cuyo cine no suele dejar indiferente a nadie, firma la que puede ser su obra más ambiciosa y compleja, pero también la más redonda y concisa –’Yanindara’ (2009) y ‘Graffiti’ son estupendas, pero creo que les sobra metraje-. ‘72%’ es una alegoría extraña y postapocalípica en un mundo sin recursos naturales y reducido a su mínima expresión, un escenario desolador donde, incluso en esta circunstancia, el ser humano sigue siendo egoísta e insolidario, aunque le cueste su propia existencia. Mucho más simbólica y compleja que ‘The End’ (2008), sin embargo creo que podría hacer un buen programa doble con la recordada cinta de Chapero-Jackson.
‘The App’: Al dictado del móvil.
También situada en un futuro -este mucho más cercano y reconocible-, Julián Merino nos ofrece una de las sátiras sociales y tecnológicas más demencialmente atinadas de los últimos tiempos. ¿Cómo un mindundi como Benito –Carlos Areces– puede pasar de ser un looser de la vida al triunfador de su empresa y la envidia de todas las fiestas? Fácil, solo tiene que obedecer todas las indicaciones de la nueva y revolucionaria aplicación de su móvil para alcanzar la felicidad. El conflicto llega cuando ‘The App’ le indica que, para mantener su venturoso estatus, hoy debe tirarse por el balcón. ¿Hasta qué punto estamos condicionados/sugestionados por un random de algoritmos? Un corto que no renuncia a la mala baba a pesar de su apariencia de comedia ligera que conecta muy fácilmente con todo tipo de espectadores: no por casualidad, fue el más votado por el público en el pasado Festival Itinerante CortoEspaña 2017. Atentos al breve papel de Hugo Silva y, sobre todo, al magnífico trabajo en off del gran Luis Zahera.
‘La habitación de las estrellas’: Entre lo tierno y lo cruel.
Tengo impresiones encontradas con este trabajo de Ilune Díaz. Por un lado, encuentro acertada esa confrontación entre el mundo de los adultos -absortos en problemas personales y familiares- y la mirada pura e ingenua de una niña que no entiende nada de lo que sucede a su alrededor. Por otro, la cinta se cierra de un modo tan cruelmente agridulce -a mi modo de ver- que me produce una extraña e incómoda insatisfacción. Será que, a mis casi cuarenta palos, me cuesta ver las cosas a través de los ojos de una cría…
‘Marta no viene a cenar’: Menú de envidias y rencores.
Dos amigas -las hermanas en la vida real Celia y Natalia de Molina– quedan para cenar y, ante el plantón de una tercera, aprovechan para poner de vuelta y media a la ausente. La agilidad de los diálogos y el buen hacer fresco y natural de las dos protagonistas no es material suficiente para levantar un corto que no aprovecha su único escenario -una cocina- y cuyo desenlace se ve venir demasiado temprano. Quizá con un humor más negro y descarnado y una actuaciones rayando lo delirante, podría reaprovecharse el material para una pieza de microteatro. Pero como corto, se me queda algo pobre.
‘Podéis ir en paz’: Risas con calzador.
Si ya dije hace un par de días, a propósito del baratometraje ‘Verano rojo’, que el mayor de los males para una peli de género era adivinar el desenlace nada más comenzar la proyección, podríamos afirmar que el mal mayor de una comedia no es no hacer gracia, sino impostarla allí donde los creadores creen que el respetable debe reírse sí o sí. Recurrir a exageradas muecas actorales y a golpes sonoros en momentos concretos solo hacen más evidente la falta de buen tino para que la comedia sea orgánica, fluida, natural. Lo dicho: nada hay peor que una comedia que pretenda ser graciosa y lo único que provoque sea hastío y cierto sonrojo.
*Los Blogos de Oro 2018 se darán a conocer el domingo 25 de marzo a partir de las 17h00 en twitter a través de la cuenta https://twitter.com/BlogosDeOro, el hashtag #BlogosDeOro.