¡Que vienen los marcianos!

independence-dayVeinte años después, los alienígenas vuelven a atacarnos -y con toda la intención de no dejar piedra sobre piedra en nuestras ciudades- en ‘Independence Day: Contraataque’, secuela de la exitosa cinta que arrasó en taquilla en verano de 1996 y que llega ahora de la mano del mismo director, Roland Emmerich.

¿Qué otros ataques ha sufrido nuestro planeta por parte de hombrecillos del espacio exterior? En este especial de eCartelera.com repaso las invasiones marcianas que considero más memorables de la pantalla.

‘La isla del tesoro’, en el cine

ISLAT400En 1881, una publicación británica destinada a jóvenes llamada Young Folks lanzaba la primera entrega de un relato de aventuras por capítulos recién escrita por un autor de treinta años: The Sea Cook, or Treasure Island, de Robert Louis Stevenson. Durante dos años, la historia colmó de sueños de aventuras de miles de lectores, y ya en 1883 se lanzaría en forma de novela con el título definitivo que todos conocemos: La isla del tesoro.

Os invito a repasar en eCartelera.com estas ocho adaptaciones del libro a la gran pantalla.

¡Felicidades, cine!

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Cada 28 de diciembre me gusta celebrar el ‘Día del Cine’. No se trata de ningún gran evento oficial ni una efeméride universalmente reconocida, sino un pequeño homenaje y tributo que rindo al arte y al oficio que más me apasiona: el de las películas. Largos y cortometrajes, clásicos y contemporáneos, de todo género y nacionalidad. El cine es un invento maravilloso. Y hoy, precisamente, se cumplen 120 años de su nacimiento.

No hablo del cinematógrafo en sí, un chisme que, en diferentes formas, ya se venía fraguando tanto en el Viejo como en el Nuevo Continente a partir de la cámara fotográfica. De hecho, no es del todo correcto atribuir este invento a los hermanos Auguste y Louis Jean Lumière, ya que su patente es una mejora del kinetoscopio creado con anterioridad por Thomas Alva Edison. Sí que podemos atribuirles a los parisinos la creación del cine como lo que es hoy, es decir, un show colectivo para las masas. Cierto que su creación no gozó de muy buena prensa en sus inicios y que durante un tiempo no fue sino un espectáculo de feria, pero la primera proyección pública y comercial de su invento -en el Salón Indien del Grand Café en el Boulevard des Capucines de la capital gala- aquel 28 de diciembre de 1895 fue el germen de lo que hoy conocemos como Séptimo Arte.

Salida de los obreros de la fábrica Lumière y Llegada de un tren a la estación de Ciotat -con los espectadores echándose al suelo, convencidos de que la locomotora los iba a arrasar- fueron dos de las películas que se proyectaron en aquella velada. Pero me gusta recordar El regador regado: ya en sus orígenes, los Lumière vieron que su ingenio podría -y serviría- para contar historias. No hay diálogos -aún faltarían décadas para la creación del sonoro- y la pieza apenas llega al minuto de duración; pero, sin saberlo, ya hay guion, narración visual -plano secuencia y plano general- y una intencionalidad, que es provocar la risa entre el respetable. Un clip tan elemental que hoy día se sigue representando y homenajeando.

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Me gusta el 28 de diciembre porque es la excusa perfecta para ver cine, pero, sobre todo, ‘cine dentro del cine’. Y es que pocas artes se han retratado, homenajeado y burlado de sí mismas tanto como este: con sus virtudes, sus defectos, sus vicios, sus imperfecciones y su magia. Desde ese Buster Keaton capaz de entrar en la pantalla y saltar de escena en escena dentro de la proyección en El moderno Sherlock Holmes (1924) -un guiño que imitaron, entre otros, Woody Allen (La rosa púrpura del Cairo, 1985) y John McTiernan (El último gran héroe, 1993)- hasta esos españolitos que llegan a la Alemania fascista para filmar un pastiche folklórico en La niña de tus ojos (Fernando Trueba, 1998), pasando por las aventuras de El cameraman (Edward Sedwick, 1928), el ocaso de las estrellas de El crepúsculo de los dioses (Billy Wilder, 1950), las ambiciones sin escrúpulos de los Cautivos del mal (1952), la tragicómica implantación del cine sonoro según Cantando bajo la lluvia (Stanley Donen & Gene Kelly, 1952), cómo sacar adelante un gran rodaje en La noche americana (François Truffaut, 1973), el triunfo de la voluntad por encima del talento de Ed Wood (Tim Burton, 1994) o la pesadilla indie de Vivir rodando (Tom DiCillo, 1995), por solo cerrar un puñado de títulos a volapluma, sin olvidar aquel estupendo The Artist (Michel Hazanavicius, 2011) que, en cierto modo, cerraba el círculo con una vuelta a los orígenes.

Alguno de estos que he citado caerá hoy en esta partícular e íntima fiesta que me doy. ¿Y tú? ¿Cuál me recomientas?

Feliz Cine.

120 years watching movies together from Tàndem Entertainment on Vimeo.

Mochileros del tiempo

FUTUROecarteleraLa llegada de Marty y Doc al futuro eclipsa por unos días el último lanzamiento (tráiler + póster) de Star Wars: El despertar de la Fuerza (J.J. Abrams, 2015). Además de recordar el 30º aniversario del film original, de repasar qué ha pasado con los actores de la saga en estas tres décadas y de compartir todo tipo de delirios fans en redes sociales, es también buen momento para homenajear al subgénero de los viajes en el tiempo.

Aquí os dejo un breve y desenfadado recorrido por los currículums de los viajeros temporales que más envidia nos dieron en la gran pantalla, así como un pequeño recorrido por algunas películas que se atrevieron a imaginar el futuro y los aciertos y errores en sus predicciones. En eCartelera.com, of  course…