Que nadie se llame a engaño: esta fantástica pieza de producción nacional -uno de los más vibrantes cortos de género que jamás he visto- nada tiene que ver con los xenomorfos de Ridley Scott.
En apenas seis minutos, y gracias a un montaje endiablado sin respiro alguno para el espectador, el realizador Alfonso García nos sumerje en un relato donde lo real y lo imposible, lo evidente y lo obsesivo, lo terrorífico y lo sentimental, se entretejen en una atmósfera opresiva con abducciones, engaños, violencia y muerte. Emilio Linder, Carlos Herranz y Lara Corrochano son los protagonistas de este Corto de la Semana seleccionado en más de ochenta festivales internacionales -Sitges, Fantasporto, Screamfest- desde que se estrenara en 2015.