El pueblo unido jamás será vencido

Con un sentido del humor fresco, un guion bien construido y una estupenda mezcla de actores jóvenes y veteranos, Pride (Orgullo) (Matthew Warchus, 2014) es un reconfortante cuento de solidaridad, comprensión y amistad. Pero, además de un jovial y optimista relato, la película se muestra –y no lo esconde- como una fábula de no-ficción sobre una realidad que, treinta años después, parece imperturbable: políticos que siguen gobernando de espaldas al pueblo, recortes “por nuestro bien” que asfixian a las clases más bajas, objetivos macroeconómicos por encima de las necesidades básicas de los ciudadanos y la lucha por recuperar unos derechos sociales elementales incomprensiblemente mermados, cuando no directamente cercenados… [leer crítica en Cultura En Guada]