Además de ser una película tremendamente honesta –Roland Emmerich no engañó a nadie: dio lo que prometió, y a paladas- , había tres cosas que funcionaban estupendamente en el primer ‘Independence Day’ (1996): las escenas de batalla aérea, el natural humor de Will Smith y las maquetas que saltaban por los aires. Si para una secuela -que llega veinte años tarde- nos quitan dos de esas tres cosas, ¿merece la pena este ‘Contraataque’?
Con Sinsajo Parte 2 se cierra -al menos, aparentemente- la saga cinematográfica de Los juegos del hambre; una cuarta entrega esperada, algo previsible y totalmente anticlimática, que quizá no contente a todos los seguidores pero que, viendo el tono dramático y antiépico de la tetralogía, va en perfecta consonancia con sus antecesoras… [leer crítica en Cultura En Guada]
No tengo por costumbre escribir ni publicar nada acerca de películas cuyo estreno en salas o en formato doméstico tuvo lugar hace ya un tiempo considerable -salvo, obviamente, que estemos hablando de un Clásico del s. XX– ; pero en esta ocasión he querido saltarme esta pequeña norma autoimpuesta para lanzar una alerta roja.
Y es que si Los mercenarios (Sylvester Stallone, 2010) tenía su cierta gracia como homenaje al cine de acción y testosterona que tantos veranos de diversión dos dio durante los años ochenta y primeros noventa del pasado siglo, esta secuela dirigida por Simon West resulta ser tremendamente insulsa, ineficaz, aburrida y, lo que es peor, provoca cierto sonrojo ver a tal cantidad de abueletes musculosos embrutecidos como si no hubiera pasado el tiempo, cuando las arrugas y el bótox no hacen sino subrayar lo contrario…
Con mayor presencia de Arnold Schwarzenegger y Bruce Willis -intercambiando frases míticas del género metidas con calzador- y la colaboración del ‘lobo solitario’ Chuck Norris, la banda de Stallone, Jason Statham y Dolph Lundgren se las tendrán que ver nada menos que con Jean-Claude Van Damme. Ver para creer. [leer crítica]