Los 10 mejores cortos de 2014

De manera completamente subjetiva, y antes de hacer balance de los mejores y peores largometrajes estrenados en nuestro país durante este año que termina, quiero compartir con vosotr@s los que me han parecido cortos más destacables de 2014, descubiertos en certamenes como el FESCIGU y o el FEC Villamayor, o bien por las redes sociales.

La mayoría de ellos no están (aún) en este blog como ‘Cortos de la Semana’, ya que, al estar en pleno circuito festivalero, no se encuentran disponibles en páginas como YouTube o Vimeo. Otros, sin embargo, sí podéis verlos a través de festivales on-line como Notodofilmfest o FIBABC.

Y mis favoritos son:

  1. Cuerdas, de Pedro Solís García: vale, el estreno y los primeros premios le cayeron ya en diciembre de 2013. Pero mi amistad y admiración por Pedro, y, objetivamente, los ciento catorce premios que hasta la fecha ha cosechado este maravilloso trabajo son bagaje más que suficiente para que esté aquí, en lo alto del top-ten, con todo merecimiento. [ver tráiler] [más en el post ‘De todo corazón’]
  2. Acabo de tener un sueño, de Javier Navarro Montero: inexplicablemente fuera de la Sección Oficial del FESCIGU 2014, esta breve, sencilla y a la vez hermosísima pieza pone al espectador, a través de los ojos de dos niñas de opuestas clases sociales, frente a sus propios prejuicios. [ver corto en FIBABC].
  3. Bikini, de Óscar Bernàcer: de no haber existido Cuerdas, probablemente esta cinta se hubiera llevado el Premio del Público del último FESCIGU; esta sátira berlanguiana, rocambolesca y sorprendente verosímil, firmada por el director de la también muy aclamada Desayuno con diadema (2012), es una de las películas más redondas y divertidas del año. Triunfa por donde pasa, y no me extraña. [ver teaser].
  4. Pelucas, de José Manuel Serrano Cueto: otro corto que pensé que sería un fijo en el FESCIGU y que ni siquiera entró en secciones paralelas. Sensible -que no sensiblera- y hermosa historia de amistad entre dos amigas, y lucha y superación de un mal tan terrible como el cáncer. [ver corto].
  5. La ropavejera, de Nacho Ruipérez: la única pega que se le puede poner es que, con 28 minutos de metraje, el desarrollo de esta historia se queda corta; angustia, tensión, atmósfera y contínua inquietud destilan por todos sus poros este film que debería sentar las bases para convertirlo, más pronto que tarde, en un largometraje. Potencial hay para ello. Y así se lo sugerí a su dire, cuando vino a Guadalajara a recoger el Segundo Premio del FESCIGU 2014. [ver tráiler]
  6. A veces viene, de Félix Llorente: un caso similar al de Cuerdas, ya que, además, compartieron estreno en los Multicines Guadalajara en diciembre de 2013, pero toda su carrera ha sido durante este último año. Una cinta de suspense con clase y estilo que produce escalofrío en el espectador desde los primeros segundos, y que está teniendo -de momento- una trayectoria discreta en España pero muy notable fuera de nuestras fronteras. [ver tráiler] [más en el post ‘Virtuosismo, talento… y suspense’]
  7. Fired on call, de Óscar Cavaller y Álvaro Moro: en plena era de superhéroes hollywoodienses, no podía faltar la lectura irónica y sarcástica con la crisis laboral como telón de fondo. Y fueron dos amigos los que llevaron a cabo esta osada parábola sobre los recortes en tiempos de supervillanos. Uno de los Premios Requetecortos que, sinceramente, más he celebrado y aplaudido. [ver corto] [más en el post ‘Superhéroes por encima de nuestras posibilidades’]
  8. Mi momento, de Mikel Bustamante: si Bikini cayó porque estaba Cuerdas -es un decir- , diría lo mismo sobre este corto y Fired on call si esta historia, breve, concisa y divertidísima, sobre una estúpida discusión de pareja, hubiese estado en la Sección Requetecortos del FESCIGU, y la pieza de Óscar y Álvaro, no. Sencilla, impactante, empática y sublime. Todos nos vemos reflejados aquí. Todos… y todas. [ver corto].
  9. Os meninos do río, de Javier Macipe: esta coproducción hispano-portuguesa rodada en Oporto destaca por su sencillez, sobriedad, ternura y la naturalidad de sus jovencísimos protagonistas, en una historia de amistades sinceras y amores platónicos -y un poco desconcertantes, como son a esa edad- que traspasan las barreras del idioma. [ver corto en FIBABC].
  10. Similo, de Zacarías & MacGregor: un apabullante ejercicio audiovisual al servicio de una fábula de ciencia-ficción espectacular, aunque construida sobre un concepto no demasiado novedoso en torno a la inteligencia artificial/emocional. Aunque al guion se le podría pedir algo más, hay que reconocer el ingente trabajo que hay detrás de esta insólita producción, que les llevó más de un lustro finalizar. [ver corto]

Evidentemente, muchos han quedado fuera, bien porque no podía meter a todos, bien porque aún no he tenido oportunidad de verlos.

¿Y vosotr@s? ¿Cuáles son los mejores cortos que habéis visto este año?