Tras el ligero patinazo de Elysium (2013), esperaba que Neill Blomkamp remontara el vuelo, pero después de ver su última película (ya disponible en formatos domésticos), su caso cada vez me recuerda más al de M. Night Shyamalan, que lo suyo con District 9 (2009) fue flor de un día y que aquello no fue talento, sino suerte: Chappie (2015), su última película, es una propuesta en la que casi nada funciona y todo huele a ya contado, a ya conocido, sin atisbo alguno de originalidad ni en el planteamiento ni en el desarrollo… [leer crítica]