Villaflores: Crónica fotográfica de un abandono

20130317 VILLAFLORES-18Villaflores es un pequeño conjunto de edificios que conforman un antiguo caserío agricola de finales del siglo XIX, obra del prestigioso arquitecto Ricardo Velázquez Bosco. A pesar de estar catalogada como bien de interés cultural, esta colonia lleva décadas abandonada, y ante la pasividad de propietarios y administraciones, lo que antaño fue un pequeño poblado de particular interés arquitectónico y artístico hoy no es sino una colosal ruina donde la mugre y el vandalismo campan a sus anchas.

Estas imágenes fueron tomadas el 17 de marzo de 2013, en una quedada fotográfica que compartimos varios miembros de la Agrupación Fotográfica de Guadalajara; en ellas se puede apreciar el avanzadísimo estado de deterioro en el que se encontraban ya entonces los edificios.

Como cuando se desalojó y se tapió el Ateneo Municipal de Guadalajara, recupero y publico estas fotografías para demostrar que el derrumbe del icónico frontispicio de la edificación principal no ha sido algo casual y fortuito, que el abandono y el mal estado del conjunto ya venía de muchísimo tiempo atrás, y que este último suceso puede condenar, sin nadie lo remedia, de manera definitiva a este núcleo singular.

Érase una vez en el Oeste… de Almería

Aproveché la pasada Semana Santa para visitar uno de los lugares que más escenarios cinematográficos naturales tiene nuestro país: Almería. Ya sea en la propia capital, como en el Parque Natural de Cabo de Gata y otras localizaciones, la provincia andaluza ha albergado rodajes de películas tan notables como Ford Bravo (John Sturges, 1954), El Cid (Anthony Mann, 1961), Lawrence de Arabia (David Lean, 1962), Cleopatra (Joseph L. Mankiewicz, 1963), El viento y el león (John Milius, 1975), Indiana Jones y la Última Cruzada (Steven Spielberg, 1989) o, más recientemente, The end (Eduardo Chapero-Jackson, 2009), Vivir es fácil con los ojos cerrados (David Trueba, 2013), El niño (Daniel Monzón, 2014) o Exodus (Ridley Scott, 2014).

tabernas01Pero había un lugar en concreto que siempre había querido descubrir, y que hasta ahora no había tenido oportunidad: el desierto de Tabernas, conocido mundialmente por haber sido cuna del spaguetti-western, subgénero popularizado en los años sesenta gracias, sobre todo, a los trabajos conjuntos de Sergio Leone y Clint Eastwood.

En pocos kilómetros a la redonda, tres parques temáticos se disputan la simpatía (y la cartera) del turista que acude a ver espectáculos de cowboys y decorados de algunas de esas películas míticas. Sin embargo, Mariam y yo pinchamos en hueso: optamos por la opción que parecía más ‘auténtica’ -bautizada como Western Leone– , ya que conservaba algunos de los decorados reales de aquellos rodajes… y lo que nos encontramos fue un lugar vetusto, desangelado, descuidado y casi olvidado. Una verdadera decepción de la que, al menos, he rescatado esta escueta colección de diez fotografías [ver fotos].