Al final, todos contentos

Anoche se celebró en el céntrico cine Callao de Madrid la primera gala de los Premios Feroz, pergeñados, organizados y otorgados por la Asociación de Informadores Cinematográficos de España. O dicho de otro modo, los críticos de cine: esa gente a veces no muy bien vista, poco reconocida –un premio para quien me sepa recitar, sin mirar ni hacer trampas, los nombres de cinco de ell@s-  y casi siempre a la sombra de focos y flashes para elogiar o destripar, según se mire, tal o cual película. Sé que es una definición poco ortodoxa, injusta y hasta sangrante. Vaya por delante que no la comparto en absoluto.

premios-feroz--644x362Se decía por ahí que estos vendrían a ser nuestros particulares Globos de Oro. Si es porque los entregan gente que no pertenece a la misma industria, sea; si es por la particularidad de algunos premios concedidos, puede; si es por aquello de ser la antesala –de los Goya, en nuestro caso- , difícil de creer tras un palmarés que hizo justicia en algunos casos –bien ese reconocimiento a Terele Pávez, bien el homenaje a José Sacristán, bien ese apoyo a producciones outsiders como Ilusión, de Daniel Castro– pero que quiso ser excesivamente ecuánime, dejando un regusto de buenrollismo algo impuesto y almibarado para que todos, o casi todos, se fueran contentos a casa.

Y es que casi ninguna cinta se fue con las manos vacías: dos premios para Las brujas de Zugarramurdi –Mejores Actores de Reparto para Terele Pávez y Mario Casas– , doblete también para David Trueba y Vivir es fácil con los ojos cerrados –Mejor Guion y Mejor Dirección- y surtido de premios para La herida –Mejor Actriz, Marián Álvarez– , Caníbal –Mejor Actor, Antonio de la Torre– , Los amantes pasajeros –Mejor Tráiler para su director Pedro Almodóvar, ex aequo con Raúl de Torres por Gente en sitios– , Grand Piano –Mejor Música, Víctor Reyes– y, por supuesto, Stockholm, que se alzó  con el reconocimiento como Mejor Película Dramática. Si nos atenemos a los números, la gran derrotada fue La gran familia española -seis nominaciones y ningún premio- , mientras que en el otro lado de la balanza tenemos a 3 bodas de más: Mejor Cartel –para José Haro, Urko Errazquin y Natalia Montes– y, sobre todo, Mejor Comedia; pero, sinceramente, no creo que Daniel Sánchez Arévalo –ni Fernando Franco, que últimamente lo gana todo con su ópera prima- se fueran con sensación de derrota: saben de sobra que su verdadera final llegará el próximo día 9, habida cuenta que ninguna de las grandes premiadas de anoche están en la terna de las favoritas a los Goya…

También hubo tiempo para las reivindicaciones; menos beligerantes que en otras ocasiones –la ausencia de autoridades políticas rebajó mucho el ambiente- pero no menos contundentes, desde las alusiones a la reciente paralización de las privatizaciones hospitalarias en Madrid -en boca de Carlos Bardem– a los mensajes de apoyo y aliento -en el discurso de David Carrón, presidente de la AICE- tanto a artistas como a la gente de la prensa, dos gremios muy azotados por la crisis. Me gustó que también hubiera algo de autocrítica, quizás algo velada pero que igual aún a estas horas resuena en los oídos de más de un distribuidor: “Muchas películas no es que no gusten, es que muchas de ellas no da tiempo a verlas”. Sabias palabras las del maestro Sacristán.

Como digo, buen rollito, aplausos para todos y risas sinceras en un ambiente desenfadado y con buen humor, merced a una espléndida Alexandra Jiménez -sin duda lo mejor de la velada- que se destapó como excepcional maestra de ceremonias: interactuó con los invitados, derrochó simpatía por los cuatro costados, lanzó algunas pullas con elegancia y hasta tuvo tiempo de tirar de ironía cuando subió al escenario caracterizada de niña pija para satirizar todas las etiquetas que cierto sector de nuestra sociedad –y de nuestros políticos- siguen colocando a nuestro cine. De justicia que fuese despedida con una cerrada ovación. Lástima que su presencia fuese con cuentagotas, siendo sustituida en demasiadas ocasiones por unos números supuestamente cómicos que no sólo provocaron el sonrojo de los presentes –fue recurrente ver sonrisas congeladas, algunos bostezos e invitados pasando de ellos para consultar sus móviles- sino la ira de los internautas en las redes sociales. Éstos y algunos patinazos en la realización en directo de Paramount Channel fueron los lunares más evidentes de una ceremonia irregular -guionizada y dirigida por el cineasta Paco Cabezas– que se alargó más de la cuenta –unos cuarenta y cinco minutos por encima de la hora prevista- , pero con suficiente potencial para asentarse y mejorar en próximas ediciones.

Indignación y tristeza

Hoy lunes debería haber dedicado este post a un nuevo ‘Corto de la Semana’, a uno que nos invitase a despedir el año con optimismo, humor y buen rollo con el que afrontar ese 2014 que está a punto de comenzar. Sin embargo, las circunstancias me mueven a dedicar el presente artículo a dos noticias que se han confirmado en las últimas horas, y que me han sumido en la indignación y la tristeza…

www.mausbafoto.com - EXPOSICION AAM-6
Una de las imágenes de la exposición censurada. Foto (C) http://www.mausbafoto.com

Indignación: y rabia, y cabreo, y otros epítetos que me abstengo de reproducir en negro sobre blanco porque estamos en horario infantil. Pero a estas alturas, supongo que ya sabréis que, en una jugada insólita, se ha negado a la Asociación de Amigos del Moderno exponer una colección realizada por cinco prestigiosos fotógrafos de Guadalajara compuesta por veinticuatro imágenes que ilustraban las actividades culturales y reivindicativas que diferentes artistas han llevado a cabo durante este último año a las puertas del Teatro Moderno. Una muestra, dicho sea de paso, que fue autorizada cuando se pidieron los permisos pertinentes el pasado mes de julio, y que ahora, cuando ya estaba todo preparado para ser inaugurada este viernes 3 de enero, se deniega alegando que dicha exposición -y reproduzco textualmente- «no tiene en sí misma ningún fin cultural». Esto, amigos y amigas, se llama CENSURA, pura y dura. Si se piensan que nos vamos a quedar de brazos cruzados mirando para otro lado, van listos, y desde la AAM ya estamos estudiando y preparando las oportunas acciones para denunciar tan injustificable atropello. Me da a mí que el fin de año va a ser movidito…

lacomunidad_logoTristeza: aunque lo sabía off-the-record desde hace algunas semanas, hoy se ha confirmado el cierre inminente de LaComunid@d.info, el medio digital con el que venía colaborando -de manera más intermitente de lo que me hubiera gustado- desde que se puso en marcha en septiembre de 2012 a través del blog 16:9 (Dieciséis novenos). Que se cierre un medio de comunicación siempre es una tragedia, y más en esta provincia en la que paulatinamente se han ido apagando demasiadas voces cuyo único pecado fue ejercer un periodismo plural, veraz, honesto y crítico, pero siempre desde el respeto; valores que hoy día quedan sepultados por una crisis económica que espanta a la publicidad -sostén vital para poder mantener tal empresa- y por un presente político y social demasiado viciado, demasiado crispado, donde apenas hay debate -en la calle o en las instituciones- e impera el ‘o conmigo o contra mí’. A Ricardo, Leticia, Borja y Raquel les deseo desde aquí toda la suerte del mundo; estoy seguro de que, en el futuro, el periodismo sabrá recompensarles con justicia su ímprobo trabajo y esfuerzo.

Como véis, semana ha empezado contundente. A ver qué pasa en los próximos días… o incluso horas…

Copiar y pegar: ¿el futuro del periodismo alcarreño?

El pasado fin de semana he vuelto a vivir otro episodio, digamos, amargo con unos compañeros de un medio de comunicación de Guadalajara. En este caso Guadaqué. Los nombro porque, antes que nada, quiero pedir disculpas si en medio del calentón del momento me pasé tres pueblos con mi comentario en Twitter –podéis juzgarlo vosotros mismos; está en el TL de mi cuenta y no tengo intención de eliminarlo- y, si he podido molestar u ofender a alguien, lo lamento de corazón.

Sin embargo, debo decir que, lamentablemente, no es mi primer enganchón de este tipo durante este año que ya está a punto de finalizar, pues ya son varios los casos con los que me he topado en los últimos meses en los que algunos medios de comunicación de Guadalajara ‘toman prestadas’ imágenes, textos y demás material de asociaciones culturales en las que colaboro, sin pedir permiso ni informar siquiera de su utilización, y luego querer  justificar esta práctica –a mi entender, a todas luces ilícita y de dudosa ética periodística- con argumentos como que “se nos hace publicidad gratuita” cuando no acusándome, directamente, de difamación, calumnias y no sé cuántas barbaridades más.

Lo que voy a escribir aquí igual a más de uno le parece muy duro. Para mí, particularmente, es doloroso. Cuestión de semántica o de percepción, según se mire. Sólo espero que me creáis cuando os digo que he reflexionado mucho cada palabra antes de ponerla aquí en negro sobre blanco.

Os pongo en antecedentes: el pasado viernes envié a socios de Baidefeis, amigos, colectivos y medios de comunicación un enlace al blog www.baidefeis.org –el cual gestiono personalmente- con la noticia del próximo estreno de los cortometrajes Cuerdas y A veces viene en los Multicines. Repito: un enlace al blog. No era un documento Word ni un PDF. No era, por tanto, una nota de prensa. El objeto de dicho comunicado era, por tanto, invitar a los destinatarios a tal evento, y no para su publicación expresa. Aun así, puede ser comprensible el malentendido, y vaya por delante que se agradece que se dé eco a una nueva iniciativa cultural pergeñada y organizada tras muchas semanas de intensivo trabajo.

Sin embargo lo que no llego a comprender es:

  1. Que se copie, literalmente y tal cual, el contenido –en este caso, un texto- alojado en un sitio web externo, en el que además se especifica explícitamente la prohibición de reproducir ni copiar nada sin autorización expresa de los autores –en este caso, la Asociación Cultural Baidefeis Producciones, y más concretamente, mi persona como webmaster del blog-. Pero no se trata de ponernos quisquillosos con un tema de permisos: si los compañeros se hubieran tomado la molestia de leer detenidamente el contenido del post, se habrían dado cuenta de que había párrafos cuyo sentido se desvirtuaba si se calcaba de manera literal. O no se percataron o, me temo, no lo leyeron antes. Luego, a posteriori -es decir, tras mi ¿desafortunado? tweet, modificaron el contenido de su post…
  2. Dicho artículo en el blog de Baidefeis –lo podéis leer en este enlace directo- viene ilustrado con un cartel que anuncia la actividad. Sin embargo, la noticia en Guadaqué –disponible aquí- va acompañada con un fotograma de Cuerdas. Si nadie les ha pasado esa imagen -y me consta que así es- , una de dos: o lo han bajado de mi blog personal, www.isracalzadolopez.com, o de la página Facebook de la película –la cual, por cierto, también gestiono- , únicos lugares donde hasta ahora estaba alojado dicho frame. ¿Han pedido a alguien permiso para descargar y utilizar esa imagen? No. Se me ocurre ahora, por cierto, una tercera posibilidad: que la hayan obtenido mutilando el cartel de la actividad. Cualquiera de estas opciones me produce pavor.
  3. No es difícil imaginar la cara que se le queda a uno cuando, de manera casual -por no decir accidental- , se encuentra con su texto y sus fotos en un medio de prensa que encima lo firma como ‘Redacción’. ¿Y aquella sana tradición, por no decir vergüenza torera, de citar a la fuente de la información? Al menos, se evitarían algunas susceptibilidades…
Varias historias.
Revistas en un quiosco de prensa. Foto realizada para el V Rally Fotográfico de la af/G. (C) Isra Calzado López

Conste que mi intención aquí no es dilapidar a Guadaqué, aunque superficialmente pueda parecer eso; como digo, esto es sólo un ejemplo de lo que me viene ocurriendo de un tiempo a esta parte. Pero a decir verdad, y siendo sicero, lo que me más sonrojo y tristeza me causa de todo este asunto es que este malrollismo se podía haber evitado con un correo electrónico o un simple whatsapp, máxime cuando nos conocemos desde hace ya bastantes años y la gente de la prensa de Guadalajara siempre hemos antepuesto el sentido del compañerismo por encima de las empresas. Desde que llegué al gremio en esta provincia hace ya más de una década, siempre se ha podido presumir de que todos los compañeros y compañeras hemos ayudado al de al lado cuando ha hecho falta, y nunca ha faltado quien, fuese del medio que fuese –escrito, radiofónico o televisivo- , nos facilitase ese corte de sonido que habíamos perdido, esas imágenes a las que no habíamos llegado o esa declaración importante en la que, mientras hablaba el político de turno, el micro no quiso funcionar. ¿Cómo hemos llegado a esta paupérrima situación? ¿Cuándo el copiar y pegar lo que hacen otros se ha antepuesto a cualquier otra consideración moral y profesional?

Mucho me temo que la crisis de los medios nos está volviendo idiotas, hasta el punto de tornarnos en absolutos buitres digitales capaces de coger cuanto pillamos por internet, morder al que levanta la voz -aunque lleve la legítima razón- , y si te he visto, no me acuerdo. Esa falsa leyenda, esa cruel falacia de que todo cuanto hay en la red es de dominio público se está instalando, me temo, en las redacciones y en los despachos…

No deja de ser tristemente irónico que los medios de comunicación sean cada vez menos comunicativos; que la cercanía de la que siempre han hecho gala hacia vecinos y asociaciones sea cada vez más un hermoso y añorado sueño del pasado; y que las exiguas plantillas y los pocos recursos sean el parapeto con el que justificar estas actitudes piratas. ¿Qué opinarían periodistas, jefes de redacción, reporteros, fotógrafos o la misma Asociación de la Prensa si yo mañana crease una web de información trufada de noticias, imágenes y fotos mangadas directamente de los medios digitales de Guadalajara? La pregunta es retórica; la respuesta es obvia.

Sentido común es lo único que pedía en Twitter el pasado sábado por la noche. Pero como dijo aquél, empieza a ser el menos común de los sentidos. Debo decir que por supuesto esto no se produce en todos los medios, ni mucho menos, pero no puedo evitar empezar a sentir cierto recelo y desconfianza hacia un sector que, hasta hace muy poco, era el mío propio. ¿Tanto nos cuesta hablar entre nosotros?

Juzgad vosotros mismos.