Una puerta que se abre y otra que se cierra. Una mirada cínica, descreída y desmitificadora del western. Una película que ya desde su primera secuencia, con las primeras notas del score de Max Steiner (que pasan de la épica a la melancolía en apenas unos pocos segundos), anuncia que Centauros del desierto (John Ford, 1956) no es una película del Oeste al uso.
Con motivo del sesenta aniversario de su estreno, recopilo en este especial para eCartelera.com algunas curiosidades de este clásico.