X-Men: Primera Generación

X-Men ‘reloaded’.

Tras unas cuantas décadas en las que Hollywood no encontraba la fórmula de llevar al cine a sus mitos del papel y la viñeta –salvo las honrosas excepciones del Superman (1978) de Richard Donner o el Batman (1989) de Tim Burton, estas adaptaciones a la pantalla no eran sino sonojantes telefilms de pacotilla con un Spider-Man en pijama y tirado por cables o con un excampeón de lucha pintado de verde para parecerse a Hulk- , Bryan Singer hizo toda una pirueta allá por el 2000, cuando estrenó su primera entrega de los X-Men –o Patrulla X, como se ha conocido aquí de toda la vida- y los aficionados se encontraron con un film que, sin ser perfecto, sí que apuntaba muy buenas maneras a la hora de encarnar y dar dimensionalidad a estos archiconocidos superhéroes: un guión solvente, una realización eficaz, espléndidos efectos especiales y, sobre todo, unos actores que aportaban credibilidad y empaque a unos personajes que, en su planteamiento, podían haber quedado acartonados.

A partir de aquí, la historia es de sobra conocida: que si más secuelas y spin-offs de X-Men –para recordar, la soberbia X-Men 2; el resto, ni fu ni fa- , que si un adolescente y muy americano Spider-Man –en hasta ahora tres películas, cada cual más agotadora- , que si Los 4 Fantásticos en dos aventuras para todos los públicos, que si a ver quién hace la mejor versión de Hulk –y ganaron Ang Lee y Eric Bana por goleada- , que si vuelve Superman –inesperadamente soso y apocado- , que si Batman –muy bien, Chris Nolan- , que si Ironman, que si Hellboy, que si Thor… sólo por citar algunos ejemplos, a la espera de que lleguen algunos de ellos juntitos enla anunciadísima The Avengers (Los Vengadores), prevista para el próximo año.

Como hace once años, Bryan Singer regresa a los verdaderos orígenes de sus pupilos favoritos, y así nos cuenta de dónde salieron, entre otros, el Profesor Charles Xavier, Magneto, Mística y compañía. Y aunque esta vez no lo hace como director, sino como productor y autor del argumento, durante todo el metraje se nota su mano, a pesar de que como realizador firma el británico Matthew Vaughn –quien, curiosamente, viene de parodiar a los superhéroes en Kick-Ass (2010)- . Esto no lo digo como nota negativa; más bien al contrario. X-Men: Primera Generación es digna sucesora de la original, se construye a partir de un guión tan fantasioso como verosímil –que un grupo de mutantes tuviese algo que ver en la crisis de los misiles en Cuba puede parecer, a priori, desconcertante, pero al menos aquí no se toman la Historia a chufla para cambiarla a su antojo… como haría un tal Tarantino- , cumple con las expectativas del más puro cine de acción, aventuras, diversión y entretenimiento y reúne a un grupo de talentosos actores que renuevan el cast de esta más que probable nueva trilogía; si en su día se tuvo la audacia de juntar a veteranos consagrados como Patrick Stewart o Ian McKellen con unos por entonces desconocidos Hugh Jackman, Halle Berry o Anna Paquin, aquí tenemos a un supervillano bien interpretado por Kevin Bacon enfrentado/aliado a unos emergentes James McAvoy, January Jones, Jennifer Lawrence, Rose Byrne… y, sobre todo, un magistral Michael Fassbender, piedra angular y epicentro del verdadero interés del espectador en esta película –su paso del lado bueno al lado oscuro es equiparable al del mítico Darth Vader- .

Nos encontramos ante un divertimento de primera, y al que su condición de cine fantástico y palomitero no le impide tener algunos momentos de verdadera inspiración -grandísima esa escena en un bar argentino- . Como nota curiosa a pie de página, confesar que me dejó perplejo la aportación española a la saga -un melenudo Álex González que sale bastante pero al que no le han dado una sola línea de diálogo (!)- y que disfruté como un enano con el cameo de Lobezno, genial.

Recomendado para aventureros de pro.

2 respuestas a «X-Men: Primera Generación»

  1. Hombre, casi has hablado más del resto de películas de super-héroes que de esta en particular. :-p Desde luego, para mí Fassbender se come al resto del reparto con patatas (por cierto, ¿alguien se acordaba de que era uno de los 300?). La relación entre Mística y Bestia está sensacionalmente bien construida (sobre todo hilándola con lo que conocíamos de Mística en X-2), si bien el resto de secundarios de la pandilla no están tan a la altura. Volver a ver a Michael Ironside (o al señor que se ha comido a Michael Ironside) también tiene su aquel, aunque sea en un papel pequeño.

    Kevin Bacon no me ha gustado tanto. Tiene un tufillo a lo malo de James Bond que no le pega nada, la verdad. Y Rose Byrne está correcta, pero da la sensación de que a mitad de película se olvidaron de que estaba allí, y solo se pasea de un escenario a otro. XD

    Le doy un 7.80 sobre 10 (es una cifra quisquillosa, ya, pero 7 me parece mu poco y 8 me parece mucho).

    Mejor frase: cuando van a probar Cerebro Bestia pregunta a Xavier si se plantearía afeitarse la cabeza. Él se pone tenso: «¡El pelo ni tocarlo!»

  2. Es verdad que Kevin Bacon construye un malo «bondiano», pero precisamente yo creo que esto es lo que le pega, dado el contexto en el que se mueve esta historia… ¿de cuándo crees que son Goldfinger, el Doctor No y compañía? En todo caso cabría achacarle que su villano sea de una pieza -quizá nos estamos «malacostumbrando» a las sutilezas y los detalles que nos propone Nolan- , pero es que realmente aquí lo que importa es hablar de Xavier, Erik y los demás futuros X-Men.
    Con lo de que la relación entre Mística y Bestia está bien construida visto lo visto en «X-Men 2», no te sigo, dado que Bestia no salía en aquélla y que yo recuerde no compartían secuencia en «La decisión final».
    Aprovecho para decir que si algo me chirrió fue, precisamente, la caracterización de Bestia.
    Un saludo.

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