Vuelve a los cines Blade Runner, el clásico de ciencia-ficción dirigido por Ridley Scott y protagonizado por Harrison Ford, Rutger Hauer, Sean Young, Daryl Hannah, Edward James Olmos y Joanna Cassidy. Un verdadero gozo para fans, cinéfilos y amantes de la ciencia-ficción… si no fuera porque, por enésima vez, nos la venden como ‘el montaje definitivo del director’.
No sé a vosotros, pero a mí esto me empieza a oler a repetitiva operación de márketing -sobre todo, cuando ya parece oficial la eternamente rumoreada secuela– . Este nuevo director’s cut supone la quinta edición de una película de cuya última revisión no han pasado ni diez años, y aunque todos sabíamos que el original de 1982 era francamente mejorable -son antológicas las imposiciones de los productores sobre el proceso creativo del film; para más detalles os recomiendo la lectura de Futuro en negro, de Paul M. Sammon- , tras los dos remontajes de 1992 y el de 2007, no sé qué mas puede haber de novedoso en un film que, como Marty McFly, está a punto de rebasar su propio meta-futuro…